Paula Barceló: Espero que dejen navegar a las clases dobles para ir al CEAR

Actualizado
  • 13/05/2020 00:00
Creado
  • 13/05/2020 00:00
Desde que el pasado 9 de abril volvió a Palma tras haber estado casi un mes confinada en el CEAR con el resto del equipo olímpico, ha pasado el confinamiento en casa

La regatista mallorquina Paula Barceló, que el pasado mes de febrero se proclamaba, junto a Támara Echegoyen, campeona del mundo de la clase 49erFX, está esperando volver a unirse a su compañera en el CEAR de Santander.

"Sería ir ya allí, pero no podríamos salir al agua por ser una clase doble y no poder guardar la distancia de seguridad entre ambas", comentó.

"La Federación está luchando para que se nos permita hacerlo. Desde ayer ya puedo desplazarme desde Palma, donde estoy ahora, al CEAR pero no podemos entrenar en el agua; espero que esto pueda cambiar pronto", explica

Desde lunes ayer en que Baleares entró en la fase 1 de la desescalada, ya puede entrenar con un Musto (una embarcación ligera parecida al 49er. (la eslora del Musto es de 4,55 metros y la del 49er., 4,90 metros, pero con un solo tripulante) que es de su padre.

Desde que el pasado 9 de abril volvió a Palma tras haber estado casi un mes confinada en el CEAR con el resto del equipo olímpico, ha pasado el confinamiento en casa.

Desde hace unos días solo ha podido entrenar en el agua haciendo paddle surf. "La semana pasada los clubes náuticos estaban cerrados y abrieron ayer, así que espero poder salir con el Musto esta semana".

Estudiante de medicina, hace dos años, con solo 22, lo dejó todo para unirse a Tamara Echegoyen en el proyecto olímpico para los JJ.OO. de Tokio, logrando la plaza olímpica como equipo en su clase.

"Habíamos planificado una campaña de dos años y decidí dejar mi carrera hasta acabar dicha campaña porque tanto Támara como yo teníamos planes; el mío era acabar la carrera, que es de seis años y aun me quedan dos", comenta.

Dice que el cambio de los Juegos a 2021 es algo que no le afecta porque lo hecho hasta ahora en la campaña ha valido la pena.

"Estoy disfrutando mucho y ahora no me voy a rendir. Este aplazamiento era algo que nade se lo esperaba y afectará a todos los deportistas. Creo que a Támara y a mí nos beneficiará porque hemos hecho una campaña muy breve y podemos mejor aún más".

El CEAR de Santander abrió ayer con las restricciones que impone el protocolo sanitario. Se han tomado todas las medidas, pero las zonas comunes y la residencia de regatistas estarán precintadas. Esto representa que los miembros del equipo olímpico deberán residir en hoteles de la ciudad. "Me da igual, eso es lo que toca y lo único es que espero es que nos autoricen a navegar las clases dobles para poder irme allí".

Durante el confinamiento en Palma ha hecho una preparación exhaustiva, especialmente a nivel físico. "Teníamos un preparador que ha estado mucho encima nuestro con un programa muy adecuado a lo que cada uno tenía en su casa. Es lógico que algo de forma hemos perdido porque una cosa es navegar y hacer gimnasia y otra hacer solo gimnasia".

Lo que tiene muy claro es que, "cuando acaben los Juegos de Tokio voy a acabar la carrera de medicina porque de lo contrario no la voy a acabar nunca. La verdad es que la campaña olímpica está valiendo la pena y si se volviera a dar la situación tomaría la misma decisión. Han estado dos años muy intensos, con muchas experiencias que, más allá del ámbito deportivo, te sirven para la vida", concluye.

Paula será, el próximo año, con 25, el primer regatista de Baleares que participará en unos Juegos después de 20 años y la primera femenina después de que José Luis Ballester compitiese en los JJ.OO. de Barcelona 1992, Atlanta 1996 -medalla de oro en la clase Tornado con Fernando Leon- y Sídney 2000.

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