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- 22/11/2014 01:00
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El base español Ricky Rubio, de los Timberwolves de Minnesota, no sabe cuándo volverá a jugar tras sufrir un esguince en el tobillo izquierdo el pasado 7 de noviembre ante los Magic de Orlando.
El jugador de El Masnou había comenzado a jugar su mejor baloncesto en mucho tiempo y recuperado las buenas sensaciones.
Acababa de firmar un contrato por cuatro años y 55 millones de dólares el 31 de octubre y la noche siguiente tuvo una actuación de 17 asistencias ante los Bulls de Chicago, antes de marcar 14 puntos, repartir 12 asistencias y bajar ocho rebotes en un triunfo ante los Nets de Brooklyn el 5 de noviembre.
Todo era positivo y se sentía como el líder del equipo tras la marcha del ala-pívot Kevin Love a los Cavaliers de Cleveland, algo que no había sucedido en las tres temporadas anteriores.
Los directivos de los Timberwolves vieron en él al jugador clave que les ayudaba a hacer un desarrollo a los jóvenes valores encabezados por los canadienses Andrew Wiggins y Anthony Bennett y Zach LaVine.