No se sacaron ventajas en San Siro

PANAMÁ. En un duelo de campeones de sus respectivas ligas, Inter de Milán y Barcelona empataron 0-0 en el San Siro.

Desde el comienzo del partido, fue el Barça quien propuso juego al raz del piso, pases certeros y alguna llegada al arco, pero sin éxito.

Como ya es costumbre, los dirigidos por Joseph Guardiola manejaron el balón a su antojo, moviéndolo a lo ancho del terreno de juego, en búsqueda de algún hueco en la sólida defensa italiana.

Luego de los primeros 20 minutos de juego, cuando el partido todavía se jugaba en ambas canchas, los dirigidos por José Mourinho se dedicaron a mantener su arco en cero, y cedieron el total control del tiempo a los catalanes.

Pero para tranquilidad de los locatarios, el Barcelona se dedicó más a pasar el balón que a atacar. El juego exquisito y ordenado, a veces se vuelve ineficaz y repetitivo.

Al término del primer tiempo, los visitantes habían tenido el 60% de posesión del balón, en el que solamente patearon dos veces al arco.

En el complemento, el juego siguió exactamente igual a como había finalizado la primera etapa. Barcelona con el balón, ataques con un promedio de 15 pases y escasas situaciones de peligro sobre el arco de Julio César.

Del otro lado, el Inter de Milán, que jugó a merced del antojo del Barcelona, no tuvo oportunidad alguna de hacer su juego.

La jugada más clara que tuvo el conjunto italiano, fue disparo de afuera del área del ex madridista, Wesley Sneijder, que pasó muy cerca del palo izquierdo de Víctor Valdez.

Después de eso, nada más. Si uno intentaba obviar el hecho de que el partido se estaba jugando en Italia, perfectamente podríamos haber pensado que el escenario era el Nou Camp.

En el enfrentamiento paralelo que presentaba el partido, entre Samuel Eto’o y Zlatan Ibrahimovic, no hubo mucho que analizar. Por como se dio el juego, el sueco tuvo más acción que el camerunés. Tuvo chances de gol y jugó bien en el poste.

En la próxima jornada, que se jugará entre el 29 y 30 de setiembre, Inter de Milán visitará al FC Rubin Kazan de Rusia, y el Barcelona recibirá al Dynamo de Kiev.