Messi cierra su deuda con la camiseta argentina y renueva ilusiones

Lionel Messi, consagrado como el mejor jugador del mundo, se sacó este año la espina con la camiseta argentina al conseguir desplegar todo su talento, convertir una lluvia de goles y renovar ilusiones en el equipo albiceleste de cara al Mundial de Brasil-2014.

Atrás quedaron momentos amargos en los que se debatía acerca de sus ganas de jugar con los colores nacionales, se cuestionaba su capacidad de liderazgo o su funcionalidad en un esquema distinto al del FC Barcelona, donde no ha cesado de deslumbrar con goles de antología.

Sepultada quedó también la eliminación en cuartos en el Mundial Sudáfrica-2010 bajo la conducción de Diego Maradona o el mal trago de aquella silbatina que lo despidió en su tierra natal en julio de 2011 tras una penosa Copa América de la que Argentina, al mando de Sergio Batista, terminó también afuera.

"Soy mi crítico más duro porque sé cuando no lo he hecho bien o de forma equivocada, en el fondo no necesito que nadie me lo diga, pero aprendo de todo lo que se dice ya que todo contribuye para que intente mejorar", confesó a la revista holandesa Elf Voetbal Magazine.

El cambio de aire que sobrevino en la selección argentina con la asunción de Alejandro Sabella le sentó bien a la 'Pulga' que cerró el año con una cuenta de doce goles con la albiceleste sobre un total de trece en igual cantidad de partidos desde que está bajo la conducción de 'Pachorra'.

Convertido en un artillero voraz, además de un talento desequilibrante, Messi está apenas a dos goles (31, contra 33) de igualar a Diego Maradona en la tabla histórica de goleadores de Argentina, aunque todavía lejos de Gabriel Batistuta (54).

"Nunca pienso en parar, siempre quiero entrenarme y trabajar para buscar más sueños que cumplir", dijo el jugador que a los 25 años está nuevamente nominado para el que puede ser su cuarto Balón de Oro consecutivo y acaba un año coronado por el nacimiento de su primogénito, Thiago.

Además acaba de batir la marca de la mayor cantidad de goles en un año calendario al alcanzar los 86 el domingo 9 de diciembre y superar al alemán Gerd Muller que tenía 85.Sabella supo frotar la lámpara para que aparezca el genio de Messi en el seleccionado y eso repercutió hacia adentro del equipo donde su figura como capitán fue cobrando mayor liderazgo.

"A Messi hay que dejarlo tranquilo, es un jugador especial, hay que hablarle lo mínimo necesario y en la medida en que esté tranquilo y feliz es bueno para todos nosotros", dijo Sabella.

Así como creció su confianza y su juego con la selección, así también se lo vio más suelto en su relación con el pasional público argentino que chocaba con la timidez del ídolo.

"Hay diferentes tipos de liderazgo, pero él lo tiene. Primero, por su capacidad futbolística y segundo porque de a poco se va escuchando más su voz. Está más participativo. De a poquito va creciendo un líder para nuestra Selección, un capitán", supo protegerlo el entrenador.

Argentina tendrá que cruzar los dedos para que Messi llegue al Mundial en su máxima forma.

"Messi está demostrando toda su valía en la selección tal como lo hizo en el Barcelona, lo único que tenemos que pedir es que llegue al 2014 en este nivel, no vamos a volver a ver un jugador como él", opinó el experimentado entrenador Carlos Bianchi, varias veces cerca de dirigir a la selección y múltiple campeón como conductor de Boca Juniors.