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- 14/01/2014 01:00
NUEVA YORK. Alex Rodríguez entabló una demanda contra el béisbol de Grandes Ligas y su sindicato de peloteros en un intento por revertir la suspensión por dopaje que le impedirá jugar durante la próxima temporada.
Como parte de la demanda, radicada en una tribunal federal en Manhattan, Rodríguez difundió públicamente el contenido del fallo emitido por el juez de arbitraje Fredric Horowitz.
El árbitro independiente dictaminó que habían ‘pruebas claras y contundentes’ de que el tercera base de los Yanquis de Nueva York consumió tres sustancias prohibidas y que en dos oportunidades intentó obstruir la investigación de las Grandes Ligas.
LA ZAGA CONTINÚA
En noviembre, durante una de las últimas audiencias de su apelación, Alex Rodríguez salió ofuscado de la sede del béisbol de Grandes Ligas en Park Avenue y le planteó un desafío al comisionado Bud Selig.
Se refirió a Selig como aquel ‘individuo de Milwaukee’.
También dejó en evidencia la coyuntura en la que ‘A-Rod’ se encuentra: de ser el toletero que iba a purificar el récord de jonrones, a rogar por un mano a mano contra un ‘individuo’ que está a punto de cumplir 80 años.
Acabó perdiendo estrepitosamente, aunque aún insiste en que seguirá peleando en otra trinchera legal.
Estas son cinco interrogantes sobre Rodríguez tras el fallo de Horowitz.
¿QUIÉN GANÓ?
Selig y por calle. Se trata de la suspensión más severa desde que en 2002 entró en vigencia el reglamento antidopaje en Grandes Ligas.
Se les reprochará que apelaron a métodos cuestionables para obtener pruebas, pero Selig y sus lugartenientes ahora pueden presumir que sí han sabido plantar cara al consumo de sustancias para mejorar el rendimiento.
No es algo que le sirve para redimirse por los escándalos de la ‘Era de los Esteroides’ en los que la culpabilidad puede asignarse a diversos actores.
¿QUÉ SIGUE?
Para revertir la decisión de Horowitz, Rodríguez prometió recurrir a un tribunal federal. Según expertos, sus posibilidades de éxito son escasas.
‘Es virtualmente imposible. El fallo del arbitraje será ratificado’, comentó el ex comisionado Fay Vincent, un egresado de la Escuela de Leyes de la Universidad de Yale. La Corte Suprema ha fijado estándares que restringen la posibilidad de revocar la determinación de un árbitro.
Sin entrar de lleno en la jurisprudencia laboral estadounidense, se prevé que Rodríguez básicamente intentará argumentar que se quebrantó el contrato colectivo.
Jeffrey Kessler, abogado que tiene experiencia representando a atletas y gremios en varios deportes, señaló que existen fundamentos demasiado específicos y limitados para revertir el fallo de un árbitro.
Por ejemplo, Rodríguez tendría que demostrar que Horowitz actuó parcialmente o que no se cumplió con el debido proceso.
¿PODRÁ RODRÍGUEZ JUGAR?
Con un contrato que se extiende hasta 2017 y por el cual debe aún cobrar 61 millones de dólares Rodríguez tendría razones de sobra para seguir activo.
De hecho, según se contempla en el reglamento antidopaje, está habilitado para participar en los entrenamientos de pretemporada y hasta podría actuar en los juegos de exhibición en marzo, ya que estos no entran dentro de la sanción.
La única nota positiva para Rodríguez en el fallo de Horowitz es que podrá percibir el 11.5 por ciento de su salario de este año; o sea, ‘A-Rod’ podrá cobrar 2,8 millones de dólares.
¿QUÉ HARÁN LOS YANQUIS?
Debe haber gente contenta en el Bronx. Nueva York ahora dispone de dinero adicional para seducir al lanzador japonés Masahiro Tanaka y otros agentes libres, manteniéndose por debajo del tope de los 189 millones en costo de nómina.
Las alternativas para reemplazar a Rodríguez en tercera base no entusiasman, con Mark Reynolds, Michael Young y Plácido Polanco.
Mucho menos los jugadores que ya tienen en sus filas, como Eduardo Núñez, Kelly Johnson, Brendan Ryan, Dean Anna y el desertor cubano Ronnier Mustelier.
¿CUÁL SERÁ EL IMPACTO PARA EL SINDICATO?
Rodríguez dijo que Grandes Ligas tiene la intención de acabar con los contratos garantizados para la próxima negociación del contrato colectivo, en 2016.
Han transcurrido más de dos décadas desde la última paralización a raíz de un conflicto laboral, pero el gremio y su nuevo director ejecutivo Tony Clark temen que los dueños se presentarán dispuestos a reclamar sanciones más duras por dopaje, y pedir cambios en cuanto al monto y duración de los contratos.
Es difícil que cedan terreno en lo salarial, sobre todo porque en que las arcas de los equipos están llenándose con montos récords por derechos de televisión y de las plataformas digitales.