$100 millones prestó el BM

PANAMÁ. El directorio ejecutivo del Banco Mundial (BM) aprobó el martes un nuevo préstamo para Panamá, esta vez por $100 millones.

De acuerdo con el comunicado, los recursos se utilizarán para aumentar la transparencia y el intercambio de información tributaria, ampliar el espacio fiscal mediante reformas impositivas, mejorar la cobertura y eficiencia de los programas de protección y para apoyar programas sociales como 100 a los 70 y Beca Universal. Con este son dos préstamos para este fin y sumarían $200 millones.

El primer crédito de $100 millones de esta serie programática fue aprobado por el directorio ejecutivo del Banco Mundial el 4 de mayo de 2011.

Aún falta un préstamo adicional, pero no se ha especificado el monto.

Según el Banco Mundial, esto es para apoyar al Gobierno panameño para modernizar y fortalecer las instituciones de gestión financiera y los sistemas de adquisiciones públicas.

El tiempo que tomará pagar esta nueva deuda es de 20 años con un período de gracia de tres años.

A febrero de este año, Panamá adeudaba al Banco Mundial un total de $491 millones, lo que representa un aumento de un 21% en relación al 2012.

Para el economista Adolfo Quintero, las recaudaciones han mejorado, al igual que se ha logrado evitar la evasión fiscal. Uno de los elementos claves es la utilización de las máquinas fiscales, pero se requiere mayor supervisión, especialmente porque muchos negocios al por menor todavía no hacen la contribución adecuada al fisco, como algunas abarroterías en áreas suburbanas.

En temas como la eficiencia y el diagnóstico de programas sociales como —100 para los 70— que entró a regir el 1 de marzo no se necesita un diagnóstico para saber que no es eficiente.

Explicó que si bien un objetivo es bueno, puede que no lo sea su manejo. Mayor impacto, dijo, tiene la Red de Oportunidades que atiende a 74 mil familias y cuando se estableció se realizó un censo para conocer la situación de los beneficiados con el programa.

‘En el caso de los 100 a los 60 fue más una decisión política que un diagnóstico de las condiciones de vida’, dijo Quintero.