Pros y contras de la reforma de Peña Nieto

Actualizado
  • 21/08/2013 02:00
Creado
  • 21/08/2013 02:00
PANAMÁ. La transformación que podría sufrir la estatal empresa Petróleos Mexicanos (Pemex) parece imparable. Sin embargo, la reforma ene...

PANAMÁ. La transformación que podría sufrir la estatal empresa Petróleos Mexicanos (Pemex) parece imparable. Sin embargo, la reforma energética que abre paso para que el capital privado entre a la producción de hidrocarburos está causando revuelo en todos los sectores de la sociedad mexicana.

El debate se centra entre los beneficios que puede aportar la inversión privada a la economía mexicana y el sentimiento de orgullo que genera el manejo de la empresa a nivel local. ‘El asunto toca las fibras más íntimas del país que conmemora cada año la expropiación petrolera de 1938, como símbolo de orgullo patrio’, dice el diario español El País.

Y es que en México, hablar de Pemex ‘es un punto de partida para hablar del nacionalismo de los ciudadanos de este país’, explicó José Luis de la Cruz, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey, en México.

En 1938, tras una larga lucha política el general Lázaro Cárdenas expropió la empresa a los ingleses y españoles y hoy por hoy la sociedad la considera un patrimonio económico, por lo que rechazan el ingreso de capital externo.

Pero la postura sentimental es la piedra en el zapato para modernizar la empresa petrolera, que se ha convertido en ‘un gigante obsoleto y afectado por la corrupción’, cuya producción se ha reducido a una cuarta parte en los últimos diez años a pesar de que el país cuenta con enormes reservas de hidrocarburos.

Durante las últimas tres décadas la industria petrolera ha estado envuelta en varios escándalos de corrupción, tanto por el manejo paraestatal como por las transferencias de recursos al sindicato de Pemex. No obstante, la reforma del mandatario no contempla un esquema para evitar malos manejos de dinero, ‘lo que causa escepticismo entre los ciudadanos’, aseguró De La Cruz.

Pemex es la empresa que mayores ingresos aporta al Estado. Anualmente genera al sistema fiscal mexicano más de $100 mil millones y emplea a 150 mil personas. Pero con la reforma podría convertirse en el impulso que necesita la economía mexicana para mejorar el crecimiento.

Según analistas citados por Reuters, la reforma energética podría suponer un aumento en uno o dos puntos en el crecimiento de la economía mexicana y el precio de la electricidad podría descender hasta en un 50%.

Por su parte, la calificadora internacional de riesgo Fitch Ratings considera que una reforma energética sería favorable para el país a largo plazo.

La reforma del presidente Enrique Peña Nieto busca generar un esquema ‘de contratos de utilidades compartidas’, que permite adjudicar proyectos especiales a inversionistas extranjeros, aunque la industria propiamente seguirá en manos del Estado. Con esto el Gobierno busca incrementar la cantidad de gas y petróleo que se produce y lograr para el 2025 producir diariamente 3 millones y medio de barriles.

El Gobierno ha tratado de vender a los mexicanos la idea de que con el aumento de la producción de hidrocarburos el costo de los energéticos y los derivados de petróleo bajará, argumento que está en duda porque México se rige por los precios de los mercados internacionales.

A pesar de esto, el proyecto tiene toda la posibilidad para ser aprobado en septiembre. Hasta ahora cuenta con los votos del Gobierno, que suman 250 de 500. Y la puerta para negociar con el Partido Ación Nacional los dos tercios de los votos que se requieren está abierta.

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