Panamá mantiene grado de inversión y orden en la economía, MEF

El ministro de Economía y Finanzas, Héctor Alexander, destacó que las finanzas del Estado están bajo control con los ajustes que se han aplicado sin perder el grado de inversión y que además permitirán que la estimación del déficit fiscal que se había proyectado en un techo de 3.5% será reducido a 3.1%.

Panamá no ha perdido el grado de inversión que otorgan las calificadoras internacionales de riesgo y las finanzas públicas están ordenadas y bajo control, a pesar del manejo irresponsable que se le dio a estos fondos durante pasadas administraciones, aseguró el ministro de Economía y Finanzas, Héctor Alexander.

El Gobierno explicó el ministro de Economía, en rueda de prensa, que se sigue trabajando para mantener el orden en las finanzas públicas y demostrar la situación que se ha logrado con las calificadoras de riesgo que en estos momentos están en Panamá como Standard & Poor´s y además de representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Aseguró que tras ese ordenamiento en materia fiscal se logró contar para el año 2020 con un presupuesto en línea, entró en ejecución desde el 2 de enero pasado por lo que todas las entidades tienen acceso al mismo y solo tienen que ejecutarlo.

Se logró pagar deudas hasta el 31 de diciembre de 2018 por $1,415 millones sin incluir los $428 millones cancelados a la Caja de Seguro Social en concepto de deuda del Gobierno con esa entidad.

El Gobierno canceló deudas que estaban pendientes por varias décadas a educadores, a productores del sector agropecuario, al sector salud, a la construcción y a los bancos, entre otros. “Se ordenaron las cuentas por pagar en seis meses a pesar de que se detectó una sobreestimación de los ingresos por $1,700 millones”, manifestó el ministro de Economía.

El Gobierno detectó más de $500 millones de “obligaciones por pagar”, pero que no tenían partida presupuestaria.

Dijo que debido a la sobreestimación de ingresos que había en el presupuesto de 2019 se hizo un reajuste eliminando algunas partidas, lo que permitió la liberación de B$1,500 millones que fueron inyectados al presupuesto para pagar esas obligaciones.