El sindicato italiano CGIL sale a la calle por la paz, salarios más altos e impuestos más justos

El principal sindicato italiano, la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL, por sus siglas en italiano), ha salido este sábado a las calles de Roma para pedir el cese del envío de armas a Ucrania, reducir el gasto militar, mejores salarios y una reforma fiscal más justa para asalariados y jubilados.

Miles de simpatizantes del sindicato se han concentrado en la plaza del Pueblo de Roma pese a los 34 grados de temperatura. "Hay una emergencia social y no podemos esperar a lo que se hará en octubre o noviembre con la ley de presupuestos", ha declarado el secretario general de la CGIL, Maurizio Landini, en su intervención final.

"Necesitamos 200 euros cada mes para poder vivir dignamente", ha remachado en referencia al bono de 200 euros que ha impulsado el Gobierno italiano.

La manifestación de este sábado es la culminación de más de 200 asambleas celebradas en los centros de trabajo en las últimas semanas y por eso ha intervenido un representante de los doce ramos que tiene la CGIL.

En el sector turístico, el sindicato asegura que tras superar la pandemia ahora están agotados, en condiciones injustas, con precariedad y con horas extra no pagadas. También ha habido representación del sector público, de educación y sanidad.

Y se ha mencionado la tragedia de la siniestralidad laboral con el relato de Samuel Cuffaro, fallecido a los 19 años de edad en un accidente de trabajo.