El costo de nacer y morir

Actualizado
  • 06/02/2023 00:00
Creado
  • 06/02/2023 00:00
El costo mínimo para recibir a un recién nacido oscila en $350, sin contemplar controles prenatales. El de un sepelio en $1,500
En 2021, nacieron 77,261 niños en Panamá.

Nacer y morir son dos situaciones extremas. En la mayoría de las culturas, el nacimiento simboliza el inicio de la vida, la muerte marcaría el final. Ambos principios, tan dispares el uno del otro tienen cosas en común: generan muchas emociones entre familiares y amigos y son costosos.

Alexandra nació hace dos años. “Uno se da cuenta lo grande que es Dios, que te ofrece el don de dar vida”, pensó Isabella, la mamá cuando entre sus brazos acurrucó, por primera vez, a la niña de cabello lacio y claro, ojos grandes y verdes y pestañas largas.

Ese momento de felicidad, lo interrumpió un extraño sentimiento: el miedo. La bebé era un ser indefenso, que había que cuidar y proteger y ser capaz de ofrecerle lo mejor, pensó.

Isabella y Alejandro mueren de ganas de darle un hermanito a la nena para que no crezca sola y tenga con quien compartir sus días de juego. Pero, ambos se arrepienten cuando se detienen a pensar en la cuenta de la clínica y los $150 que todos los meses gastan en pañales desechables, toallitas húmedas y leche. “Sale muy caro...”, contó Alejandro, el papá.

Los costos financieros de dar a luz, de la ropa, de la cama, de la bañera y del coche del bebé son variables. Van a depender del estatus económico de los progenitores y del sistema de salud, que elijan para el nacimiento. En Panamá, hay dos: público y privado.

Dos sistemas

El costo de un parto normal está en $52.50 en el sistema público. En la privada, oscila entre $700 (habitación regular) y $1,100 (VIP). Si se trata de una cesárea, en el sistema público cuesta $92.50. En la privada está entre $1,100 (habitación regular) y $1,850 (VIP). No incluyen los honorarios del ginecólogo ni del pediatra ni del anestesiólogo.

Hay que contemplar también el ajuar del bebé, que es la ropa y accesorios que usará durante los primeros tres meses de vida.

La Estrella de Panamá cotizó el costo de una canastilla básica para un recién nacido. Y, estableció que con $200 pueden adquirirse camisas, abrigos, sabanillas, toallas húmedas, gorros, medias, tina y pañales desechables.

Este costo no incluye cuna ($250) ni lugar de juego ($100). Las familias más humildes optan por el área de juego (también conocidos como play), que funciona como una camita.

Isabella y Alejandro tienen como costear el nacimiento de la bebé. Son dos profesionales, empleados y con una pequeña fortuna familiar. Pero, Isaac y Tilcia, no. Son dos jóvenes de 22 y 25 años, desempleados, que dependen de la recolección y reciclaje de hierro y cobre, un trabajo que apenas les alcanza para comer. Ellos recibieron ropa usada de bebés de amistades. Y, otra parte la compró una de  las abuelas del niño. Es la misma historia de otros jóvenes que sin planificación traen un bebé al mundo. Las estadísticas del Tribunal Electoral de Panamá (TE) establecen que en los dos últimos años han nacido 139,375 niños y niñas.

El dolor y la economía

Los costos de los sepelios también varían de acuerdo a las posibilidades de las familias. “¡Hay, qué dolor!”, expresaba Ofelia De león, cuando conoció la muerte de su esposo de 85 años, quien la acompañó durante 50 años. Al mismo tiempo se preguntaba, “¿nosotros cómo vamos a enfrentar la sepultura? Somos muy pobres”, pensó.

Es una muestra de que la despedida de un ser querido no solo representa un profundo dolor sino también un desembolso económico importante. Y, probablemente mayor que el costo de nacer en un país como Panamá, donde un 25% de la población es pobre. Aquí son muy pocas las personas que realizan ahorros para cubrir gastos funerarios, comprar seguros de criptas o terrenos para el descanso eterno. A la hora de enfrentarse a la cristiana sepultura, son muchos los que tienen que recurrir a préstamos y tarjetas de crédito y, en el caso de los más pobres, a los aportes del resto de la familia.

A diferencia de los nacimientos, el servicio público no presta servicios funerarios y mucho menos los asume. Aunque, si la persona que ha fallecido es un cotizante de la Caja de Seguro Social, la institución concede $300 para gastos funerarios a los familiares.

Un sepelio sencillo, que incluye el ataúd, el traslado, vestir y maquillar el cadáver oscila en $400. Serían $150 más si a esto se le suma el levantamiento y traslado del cadáver, el uso de la morgue privada, trámite de defunción, libro de condolencias, carroza y arreglo floral.

Sepelio o cremación

Si se trata de una cremación, el servicio básico cuesta $400. Incluye traslado, servicio de cremación y urna para depositar la ceniza. El servicio completo de cremación oscila entre $500 y $550. El costo incluye el uso de la morgue, servicios de cremación, urna, el libro de condolencias, arreglo floral y levantamiento del cuerpo.

A estos se le suma el costo de la misa funeraria que en áreas rurales oscila entre $15 y $30. En plena ciudad de Panamá, en el Santuario Nacional del Corazón María, una misa funeraria puede costar entre $200 y $300, dependiendo de que se haga en una capilla o en el templo central. Es opcional, el contrato para los músicos y los instrumentos que acompañan la misa funeraria.

Durante los novenarios, los familiares también incurren en gastos de alimentos: café, té, pan y comida para quienes participen de los rezos.

Para una honrosa despedida, los familiares deben estimar un presupuesto de entre $1,500 y $2,000, según cálculos realizados por este diario.

Anualmente, 23 mil personas se enfrentan al costoso escenario de la muerte, de acuerdo a las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC).

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