Altos costos dificultan proyectos de viviendas con interés preferencial

Actualizado
  • 24/08/2016 02:00
Creado
  • 24/08/2016 02:00
Debido a la situación, el gobierno elevó recientemente el bono de $5,000 a $10,000 a las personas y familias de bajos ingresos

El alto costo de la tierra, de los materiales y de la mano de obra hacen cada vez más difícil la construcción de viviendas con rangos de precios del segmento de interés preferencial, un subsidio que otorga el gobierno a las familias de menor poder adquisitivo.

Hace diez años, en 2006, el 44% del crédito hipotecario del Sistema Bancario Nacional se orientaba a financiar viviendas con interés preferencial. En junio 2016, este porcentaje se ubicó en apenas 33%, una reducción de 11 puntos porcentuales, revelan las cifras de la Superintendencia de Bancos de Panamá.

Al analizar la tendencia del financiamiento de las hipotecas sin interés preferencial versus aquellas con interés preferencial, se observa que en los últimos diez años, la cartera de crédito para viviendas que no estaban subsidiadas creció el doble que aquellas que sí estaban subsidiadas. De junio 2006 a junio 2016, el financiamiento para casas sin interés preferencial creció 278%, mientras que para hipotecas con interés preferencial aumentó 139%.

Debido a la situación, el gobierno elevó recientemente el bono de $5,000 a $10,000 a las personas y familias de bajos ingresos, para la adquisición de viviendas nuevas, cuyo precio de venta no exceda los $50,000. Es precisamente en este rango donde más se dificulta ajustarse a los costos de construcción que impone el mercado.

A cambio del bono, el gobierno exige que las viviendas cuenten con sala-comedor, dos recámaras, cocina, servicio sanitario con ducha, inodoro, lavamanos, tendedero, armarios y tinaqueras para basura. También debe constar de espacios abiertos como portal y lavadero y cumplir con las normas mínimas de urbanización o soluciones inmobiliarias aprobadas por las autoridades competentes.

ALTERNATIVAS

Félix Carles, empresario y dirigente de la actividad de bienes raíces, mostró su preocupación por los altos costos que envuelven la actividad de la construcción, sobre todo los elevados precios de la tierra.

El empresario considera que hay que generar nuevas alternativas para seguir estimulando este mercado, y que las familias de menores recursos sigan beneficiándose de este apoyo económico que otorga el gobierno.

Para Carles, una alternativa sería la construcción de edificios de pocos pisos. Serían edificios de dos o tres pisos, que no requieren de elevador. ‘Esta sería una manera de reducir el impacto del alto costo de la tierra, uno de los factores que más impacta los precios de las viviendas', sostiene.

El también empresario considera oportuna la construcción de casas prefabricadas, siempre y cuando cumplan con los estándares de seguridad y calidad, para seguir manteniendo la oferta de este tipo de viviendas, y sobre todo en los rangos más bajos de precios, añade.

BENEFICIOS

A través de la Ley 3 de 1985 se estableció un régimen de subsidios a la construcción y compra de viviendas nuevas. En 2013 está norma fue modificada. Con este subsidio, el gobierno costea el total o parte de los intereses que deberían pagar a los bancos las familias que comparan una vivienda. Para las hipotecas con precios de hasta $40,000 el Estado asume el costo total de los intereses bancarios. Para el caso de viviendas de $40,001 hasta $80,000 cubre hasta un 4% de los intereses y para las hipotecas de $80,001 hasta $120,000 costea hasta un 2% del interés.

Los bancos que más destinan financiamiento a la compra de viviendas son el Banco General, Banistmo, Caja de Ahorros, Global Bank, The Bank Of Nova Scotia, Banco Nacional de Panamá, BAC International Bank, Banesco, Banco Panameño de la Vivienda y Multibank, revelan las cifras de la Superintendencia de Bancos de Panamá.

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INTERÉS PREFERENCIAL

Disminución de los financiamientos.

En 2006, el 44% del crédito hipotecario del Sistema Bancario Nacional se orientaba a financiar viviendas con interés preferencial. Pero diez años después, en junio de 2016, este porcentaje se ubicó en apenas 33%. Se redujo en 11 puntos porcentuales.

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