Activos líquidos bancarios, cuatro años a la baja

Actualizado
  • 06/02/2019 01:00
Creado
  • 06/02/2019 01:00
El dinero depositado en el Sistema Bancario Nacional pasó de $17,885 millones en 2015 a $12,228 millones en 2018, cayendo $5,656 millones o 4.1%

Las estadísticas oficiales constatan que los activos líquidos del Sistema Bancario Nacional (excluyendo los bancos de licencia internacional) vienen zigzagueando desde hace ya cuatro períodos.

Cifras de la Contraloría General y de la Superintendencia de Bancos (SBP) revelan que este sería el cuarto año consecutivo que los activos líquidos (dineros depositados en los bancos) en la banca local se desploman de manera importante.

De enero a noviembre de 2018, los activos líquidos acumulados del Sistema Bancario Nacional cayeron 4.1%, en comparación con igual período de 2017, según el informe oficial.

Durante el período acumulado de 2015 los activos líquidos reflejaron una variación negativa de 10.1%, en el 2016 disminuyeron 4.5%, en 2017 cayeron 17% y en 2018 se redujeron 4.1%.

En cifras reales, los activos líquidos del Sistema Bancario Nacional pasaron de $17,885 millones en el 2015 a $12,228 millones en el 2018; es decir, en cuatro años, se dejó de percibir $5,656 millones.

Un informe financiero de la actividad bancaria de Panamá que publicó la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP) hasta noviembre de 2018 precisó que ‘en el conjunto de los activos líquidos se observan disminuciones explicadas por la utilización de recursos líquidos para financiar la expansión del crédito'.

Por su parte, el financista Alan Corbett considera que normalmente los activos líquidos crecen cuando las bolsas están en caída, buscando ‘seguridad' en la inversión. ‘Esto hace que los activos suban de valor por mayor demanda... caso del oro y otros metales preciosos', afirmó Corbett.

Citó, por ejemplo, que en estos últimos dos años los mercados han mostrado gran crecimiento por las políticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, favorecido por la estabilidad y crecimiento macroeconómico que dejó el expresidente Barak Obama. Añadió que Trump, al bajar los impuestos y castigar a las empresas norteamericanas que estaban fuera del territorio, los obligó con sus políticas a reinvertir en su país, forzando un crecimiento tanto en empleo como en consumo.

Señaló que en consecuencia la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés, inició la subida de las tasas de interés para evitar un sobrecalentamiento de la economía, para controlar a la baja el gasto e inversión.

Localmente, explicó Corbett, tenemos un efecto parecido por rebote. ‘Los bancos no han tenido que comprar este tipo de activos para diversificar el riesgo de sus inversiones. Pero —aclaró— ese tema pega poco a las características de la desaceleración económica de nuestro país. Ese es otro tema'.

El también docente universitario piensa que la caída de los activos líquidos se debe ‘a las políticas públicas mal diseñadas en relación al gasto público y los ingresos'.

‘Lo que sí está pasando es que debido a la desaceleración y a las malas políticas de créditos (tarjetas de crédito), de regalar y promover compras, el no pago de éstas se ha incrementado peligrosamente debido al incremento acelerado del desempleo', apuntó.

Lo anterior, según Corbett, trae como consecuencia el incremento en las reservas por no pago, reduciendo así la capacidad de invertir en activos diversificados (acciones) o activos líquidos. ‘Eso es lo que creo que puede estar pasando', puntualizó.

En su informe, la SBP al igual que la Contraloría, indica que la cartera crediticia total neta presenta un aumento de 4% al cierre de noviembre del 2018, lo cual representa ‘signos de mejora', siendo las actividades de crédito local las de mayor dinamismo, al registrar un 5.31% de incremento.

Destacó que el total de activos al mes de noviembre 2017 finalizó en $103,407 millones, un monto superior a los de 2016, cuando totalizó $100,305 millones, revelando una variación absoluta positiva de 3.1%.

El total de depósitos captados, por su lado, presentó un saldo de $72,539 millones, lo cual refleja un aumento del 0.4% en comparación con el año pasado.

En tanto, las captaciones locales se incrementaron en 3.1%, producto de incrementos en depósitos de particulares y oficiales por arriba de los $ 1,500 millones, añade el documento.

Las obligaciones, por su parte, presentaron un saldo de $15,717 millones, un 22.19% más que el mismo período del año 2017.

Este nivel de obligaciones es producto de operaciones de financiamiento externo, que representan el 85% del saldo de estos compromisos, de acuerdo con la SBP.

La tendencia a la baja de los activos líquidos se viene observando después del 2016, año en que estalló el escándalo internacional ‘Panama Papers', que puso en la lupa a Panamá como creador de sociedades anónimas a nivel mundial.

La semana pasada, el Gobierno de Panamá aprobó el proyecto de ley 591 que tipifica la evasión fiscal como delito, para cumplir con los estándares internacionales que exige el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), reducir el riesgo de que la plaza sea utilizada para el lavado de dinero y otras actividades ilegales.

‘Normalmente, los activos líquidos crecen cuando las bolsas están en caída, buscando seguridad en la inversión',

ALAN CORBETT

FINANCISTA Y DOCENTE UNIVERSITARIO

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