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- 12/06/2010 02:00
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Los consumidores en general consideran injusto ver cómo los precios suben rápidamente ante el incremento en los costos, pero no disminuyen o no lo hacen rápidamente cuando éstos se reducen. Después de todo, argumentan, si hay competencia los precios deberían tender a la baja, al igual que los costos. Como resultado, concluyen que ello es el fiel reflejo de ausencia de competencia.
Generalmente, el objetivo de los empresarios es hacer máxima la diferencia entre costos e ingresos totales, y ello se puede lograr disminuyendo los costos y aumentando los ingresos. En los casos donde los costos no son relevantes (suponga que el grueso de los mismos es alquiler y está fijado en un contrato por determinado tiempo), maximizar utilidades, es cuestión de encontrar el precio que maximice los ingresos y para ello es necesario conocer la elasticidad del bien demandado.
El concepto de elasticidad permite medir qué tan sensible es la demanda ante cambios en los precios y es un concepto útil para tratar de comprender en parte, por qué los precios de algunos bienes no bajan o no lo hacen de forma rápida. No todos los bienes demandados tienen la misma sensibilidad frente a los precios. La demanda es elástica frente al precio si un cambio porcentual pequeño de éste da lugar a un cambio porcentual relativamente más grande en la cantidad demandada, imagine que disminuye los precios en 5% y como resultado aumentan las ventas en 10%, con lo cual los ingresos totales aumentan en 5%. En cambio, la demanda es inelástica frente al precio si la variación porcentual en la cantidad demandada es inferior a la variación porcentual en el precio, de manera que la forma de aumentar los ingresos en este caso es aumentar los precios.
Cuando el bien pesa mucho en el presupuesto y tiene muchos sustitutos, es altamente probable que la demanda sea elástica, por lo que, para maximizar los ingresos hay que disminuir los precios. En cambio, si no cuesta mucho o tiene pocos sustitutos, como se ha mencionado, suben los precios para maximizar los ingresos. En resumen, los consumidores toleran cambios en los precios en artículos de precios bajos, pero no lo hacen en bienes cuyo precio representa un porcentaje elevado de sus ingresos.
Sin embargo, es posible encontrar bienes que pesan mucho en el presupuesto con pocos sustitutos y, bienes que no cuestan mucho pero con muchos sustitutos. En estos casos, los principios generales no son suficientes y se requiere de métodos más rigurosos para estimar la elasticidad. ¿Y la competencia qué rol juega? Lograr que los precios de equilibrio reflejen la escasez relativa de los recursos.
Cuando los costos varían con la producción, maximizar las utilidades, ya no pasa por encontrar los precios que maximicen los ingresos sino por encontrar el nivel de producción que haga máxima la diferencia entre costos totales e ingresos totales. Siendo en este caso los costos variables los costos relevantes.
En resumen, para determinar si es la ausencia de competencia la que explica cómo se comportan los precios en un mercado ante variaciones de los costos, resulta pertinente conocer la elasticidad del bien y la estructura de costos de producción.