Barú es como un pueblo fantasma

PANAMÁ. Después del cierre de las bananeras, el distrito de Barú, específicamente Puerto Armuelles, parece un pueblo fantasma. Una economía detenida que está chocando con las promesas de inversión a través de empresas extranjeras que aún no aparecen en el horizonte. Mientras, los pocos ciudadanos que todavía viven allí se están aferrando a la esperanza de mejores días, pero con cada puesta del sol, esa llama se va desvaneciendo. El puñado de residentes que vio los días de bonanza solo tiene para apreciar ahora las calles llenas de polvo y muy poco comercio. Un panorama desolador. Casi todos han emigrado a la capital del país buscando mejores días y dejando atrás el sufrimiento y a los seres queridos. Barú sufre el abandono y se sume en la desesperación ante la indiferencia y el capricho de una situación que se pudo haber evitado.