Economía de EEUU se recupera favorablemente

NUEVA YORK. El último Panorama Económico Mundial del Fondo Monetario Internacional (FMI) es pesimista. Las proyecciones de crecimiento se revisaron aproximadamente en todas partes, especialmente en Europa y en los grandes mercados emergentes como China. Y, sin embargo, al visualizar los próximos cuatro años —el próximo periodo presidencial— el FMI prevé que Estados Unidos tendrá la economía más fuerte de las economías ricas del mundo. Se prevé que su crecimiento será de un promedio de 3%; mucho más fuerte que el de Alemania o Francia (1.2%) o incluso Canadá (2.3%).

Cada vez más, la evidencia sugiere que Estados Unidos salió de la crisis financiera de 2008 en mejor condición que sus compañeros debido a las acciones de su gobierno.

Quizás, la causa más importante de la salud relativa de Estados Unidos es la Reserva Federal. Ben Bernanke percibió la profundidad del problema a tiempo y respondió con energía y creatividad. La más clara de sus reivindicaciones fue el hecho de que el Banco Central Europeo, después de ir por el rumbo opuesto durante tres años con resultados desastrosos, haya adoptado políticas similares a las de la Fed y evitado un potencial colapso similar al de Lehman en Europa.

(Glenn Hubbard y Gregory Mankiw, dos de los más destacados consejeros académicos de Mitt Romney, parecen reconocer esto, pero no sucede lo mismo con Romney. Recientemente, en agosto, el candidato presidencial republicano reiteró sus críticas a la Fed y se comprometió a reemplazar a Bernanke durante su mandato).

Además de proporcionar una liquidez general, la Fed y el departamento de Tesorería rescataron el sistema financiero, pero también lo obligaron, a través de pruebas de estrés y nuevas reglas, a una reforma. A raíz de ello, los bancos de Estados Unidos se encuentran en mejores condiciones que sus homólogos europeos. Por otra parte, gracias a una serie de recortes de impuestos y otras formas de alivio, los consumidores también han estado pagando sus deudas.

CRISIS

En un estudio realizado por la firma McKinsey & Co. respecto de las crisis en las décadas recientes, se descubrió que Estados Unidos está reflejando el patrón de los países con recuperaciones más sólidas.

Se señaló que la deuda en el sector financiero en relación con el Producto Bruto Interno (PBI) ha caído a niveles que fueron vistos por última vez en el año 2000, antes de la burbuja de crédito. Los hogares estadounidenses han reducido su deuda en relación con la renta disponible en 15 puntos porcentuales, más que en cualquier otro país; a este ritmo, podrían alcanzar niveles de deuda sostenibles en dos años aproximadamente.

Kenneth Rogoff y Carmen Reinhart, los principales expertos en crisis financieras de la Universidad de Harvard, sostienen que Estados Unidos se está desempeñando mejor que la mayoría de los países en circunstancias similares.

La confianza del consumidor estadounidense está en su nivel más alto desde septiembre de 2007. Salvo la recuperación actual, desde la Segunda Guerra Mundial, cada recuperación fue impulsada por la vivienda.

Pero, finalmente, la vivienda está de vuelta. Hace dos semanas, Jamie Dimon, presidente ejecutivo de JPMorgan Chase, expresó que la crisis del mercado de la vivienda ha cambiado de tendencia y predijo que, en consecuencia, el crecimiento económico en 2013 sería tan fuerte que la Fed tendría que elevar las tasas de interés.

Dada la extensa cartera hipotecaria de su empresa, Dimon tiene una perspectiva única sobre la vivienda, y es un hombre inteligente que sabe que la Fed se comprometió a mantener las tasas fijas por tres años. La semana pasada, los datos sobre la construcción de nuevas viviendas confirmaron su optimismo.

CORPORACIONES

Las corporaciones estadounidenses también se han recuperado. Las ganancias corporativas están en un máximo histórico como porcentaje del PBI, y las empresas tienen 1.7 millón de millones de dólares en efectivo en sus balances. La clave para lograr una recuperación de las recesiones a largo plazo es la reforma y reestructuración, y las empresas estadounidenses han respondido rápido.

La intervención del gobierno ayudó a todo este proceso con los bancos, las compañías de automóviles e incluso con la vivienda. Romney está en lo cierto cuando afirma que la administración de Obama supervisó una quiebra administrada en Detroit forzando el tipo de reforma que tendría una firma de capital privado (aunque, de manera crucial, proporcionando el efectivo que un presidente Romney no tendría).

La revista The Economist, que inicialmente se opuso al rescate, cambió de parecer debido a la forma en que se hizo que General Motors y Chrysler redujeran costos y sean competitivos.

Y luego, está la revolución energética de Estados Unidos, que también está trayendo de nuevo la fabricación. Las exportaciones de Estados Unidos, que subieron un 45% en los últimos cuatro años, están en su nivel más alto en porcentaje del PBI.

ADVERTENCIAS

Todas estas buenas señales vienen con advertencias. Europa continúa debilitándose. El acantilado fiscal se cierne amenazador. Pero el hecho es, que en comparación con el resto del mundo industrializado y el arco de las anteriores recuperaciones posteriores a la burbuja, Estados Unidos está listo para un sólido renacimiento.

Esto se debe en parte al dinamismo de la economía de Estados Unidos, pero también a las acciones oportunas e inteligentes de la Reserva Federal y de la administración de Obama.

El próximo presidente va a cosechar las recompensas del trabajo ya realizado. Por lo que sería el colmo de la ironía si, después de haber criticado duramente la mayoría de las medidas que contribuyeron a estas tendencias positivas, Mitt Romney termina presidiendo lo que seguramente llamaría ‘la recuperación Romney’.