Las empresas necesitan más líderes con perfil público y dispuestos a comunicar

Actualizado
  • 08/05/2023 00:00
Creado
  • 08/05/2023 00:00
Fernando Prado, socio director de Reputation Lab, una empresa de consultoría, profundiza sobre la gestión de la reputación corporativa y cómo esto influye en el perfil del líder empresarial
Fernando Prado, socio director de Reputation Lab

La reputación corporativa son los sentimientos hacia una empresa u organización que se generan a partir de percepciones, juicios y valoraciones de los grupos de interés sobre la misma.

Es un concepto emocional que engloba sentimientos como la admiración, el respeto y la confianza (o todo lo contrario cuando es mala). Esos sentimientos condicionan las actitudes y comportamientos de los grupos de interés hacia la empresa u organización, como comprar sus productos, solicitar empleo o invertir en ella.

La reputación corporativa también es conocida como ”la economía de la reputación” en el entorno actual en el que las percepciones y sentimientos de los grupos de interés tienen un impacto directo en los resultados de negocio de las empresas, a través de los mencionados comportamientos de apoyo.

Esas fueron las explicaciones de Fernando Prado, socio director de Reputation Lab, una empresa de consultoría. Durante una entrevista con La Estrella de Panamá, Prado profundiza sobre las tendencias que marca al líder empresarial de hoy en día y explica por qué es importante que las compañías sepan divulgar mejor sus iniciativas para que la sociedad los conozca mejor.

Para el experto, gestionar la reputación significa trabajar para conseguir esos sentimientos positivos hacia la empresa a través de distintas iniciativas, unas veces de cambio interno y otras de comunicación.

Manifiesta que la reputación se construye a través de tres vías: las propias experiencias de los grupos de interés, la comunicación de la empresa y las opiniones de terceros. Para gestionarla existen dos elementos: entender cuáles son las expectativas de los grupos de interés y cómo nos perciben esos grupos de interés. Con estas variables reacciona una empresa.

Pero muchas veces la gestión de la reputación tiene que ver con la comunicación que reflejan las empresas y sus líderes. En este contexto, Prado manifiesta que hoy en día un líder con un perfil bajo no es eficiente para contribuir a la reputación de la empresa, porque aquellos que tienen un perfil más público de alguna manera personifican los valores de la compañía, que al final es una herramienta al servicio de la reputación de la empresa.

“Lo que está claro es que tener un líder desconocido que no quiere salir de su despacho no es una solución eficiente para las compañías. Con nuestros datos y análisis hemos podido comprobar que un líder con un perfil mayor de comunicación y con presencia pública contribuye positivamente a la reputación de su empresa”, destaca el experto.

“En otras épocas los líderes le hacían más caso a sus abogados que a los comunicadores, por lo que no había una exposición pública para evitar decir algo que no es correcto, no decir nada o quedarse de puertas para adentro”, añade.

El consultor plantea que para mejorar la reputación, la empresa debe entender cuáles son las expectativas de los grupos de interés a los que quiere convencer o promocionar, porque de esa manera puede gestionar un modelo de cuáles son sus atributos de mayor a menor relevancia. Por último debe entender cuáles son las percepciones que tiene.

“La recomendación que hacemos los consultores de reputación es que eso que las compañías hacen bien debe comunicarse efectivamente porque el problema no es hacer las cosas bien sino que la opinión pública lo sepa y lo conozca”, sostuvo Prado.

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