Fiel convencido de la responsabilidad social

Desde niño pude sentir de parte de mi padre y de mi madre el entusiasmo o interés por ayudar a las personas más necesitadas de la manera en que uno pudiese. Posteriormente, trabajando en Grupo Lefevre observaba cómo mi tío ayudaba al Asilo Bolívar de manera silenciosa. En ese momento se me invita a participar en el Patronato de la Ciudad del Niño donde actualmente ocupo la presidencia en representación del Club Kiwanis. Así me fui adentrando en el tema.

Sí, lo soy. Considero que es algo que todos debemos hacer. No creo que es cuestión de mandar un cheque solamente. Debemos tener la capacidad de ayudar, dentro de las posibilidades de cada uno. Mi padre me enseñó a ayudar y yo lo he estado haciendo a lo largo de todos estos años y transmitiéndolo a mi familia. Considero que la humildad es lo más grande que un ser humano puede tener.

No considero que las empresas hayan adoptado la RSE como una moda. Yo te diría que lo que tradicionalmente se ha hecho, es dar un cheque a manera de cooperación. Lo que está cambiando el mundo es que debemos involucrarnos cada vez más en esto y ser parte de lo que puede ser una solución para lograr tener un mundo mejor. Considero que las empresas panameñas se están involucrando cada día más en hacer esto de la manera correcta y lo más importante, involucrando al personal que labora en ellas.

En Aseguradora Mundial, empresa que forma parte del Grupo Mundial somos fieles creyentes de que hay que ayudar. En estos momentos estamos por terminar los detalles finales para organizar nuestra propia fundación que deberá estar lista en el 2009 y donde pensamos enfocarnos en proyectos específicos para poder ver los resultados más rápidos.

Yo pienso que lo interesante es no darlos a conocer. No hay necesidad de que todo el mundo conozca lo que uno hace. Muchas de las cosas que hacemos es porque creemos que realmente se necesitan. Yo no creo en eso de que hay que dar a conocer las acciones que uno realiza para que las personas sepan que eres socialmente responsable. En mi caso particular, no lo hago para subir mi ego. Por el contrario, lo hago por mi país.

El dinero que se utiliza para la puesta en marcha de los programas de RSE sale de las utilidades, lo cual no debe ser algo para espantar y decir: mejor no lo hago porque dejo de ganar. Todo lo contrario. Ayudando ganamos mucho y podemos tener un Panamá mejor.

Desde mi punto de vista y por la situación mundial actual, tal vez habrá empresas que reduzcan las ayudas. Pero también habrá otras que tomen la determinación de no ayudar, para de esa manera disminuir costos. No tengo una bola de cristal para decirte de qué manera la crisis afectará a la RSE.

En efecto. Mi familia está involucrada en esto. Te pongo como ejemplo a mis nietos, quienes me acompañan cuando realizo visitas a la Ciudad del Niño o a llevar ayuda a otros lugares donde también colaboro con algunas ayudas.

Durante la entrevista, Manuel José Paredes dejó ver que es un fiel convencido de que las ayudas deben ser voluntarias. Lo enseñado por su padre ha procurado transmitirlo a su esposa y a sus hijos que cooperan en distintas organizaciones. La labor que realiza en el Patronato de la Ciudad del Niño no la hace solo. Lo acompañan grandes amigos que comparten sus mismas ideologías sobre la forma correcta de ayudar a las personas. A lo largo de estos años muchas han sido las labores sociales en las cuales ha estado involucrado. Para Paredes el secreto está en mantenerse en el anonimato.