Gobierno negociará reactivación de Chiquita Panamá

El ministro de Comercio e Industrias, Julio Moltó, será el encargado de llevar adelante las conversaciones con los ejecutivos de la empresa

La próxima semana, el Gobierno y altos ejecutivos de la multinacional Chiquita Panamá comenzarán las primeras reuniones para negociar la posible reactivación de las operaciones, que fueron suspendidas entre mayo y junio de 2025 por las protestas ocurridas en la provincia de Bocas del Toro.

El presidente de la República, José Raúl Mulino, comentó que de esta forma el Gobierno se encuentran abriendo caminos para que la empresa privada Chiquita decida retornar a Bocas del Toro para comenzar otra vez.

Adelantó que será el ministro de Comercio e Industrias, Julio Moltó, quien estará llevando adelante las conversaciones con los altos ejecutivos de la empresa. Sin embargo, no descartó las posibilidades de que también tenga alguna conversación con ellos.

“La empresa ya se fue y ahora debe regresar. Evidentemente, las reuniones que tenga el ministro Moltó y los asesores tienen como aspecto que ese regreso sea factible. Algo pedirán, sin lugar a dudas, después de la catástrofe que han vivido y las pérdidas que han registrado en la finca con la exportación de banano, que era un proceso millonario de cientos de cajas”, manifestó Mulino este jueves 10 de julio, en su conferencia semanal.

Y añadió: “La mesa será entre ellos con nosotros, para saber qué es lo que pedirán o qué es lo que nosotros podemos darles. Que se puede o no hacer dependerá de las condiciones”.

El ministro de Comercio, en entrevista con EFE, aseguró que mantenía contacto con la transnacional Chiquita a fin de que la empresa se quede en el país, donde cesó operaciones y despidió a unos 6.500 trabajadores hace más de un mes, en medio de un paro sindical motivado por razones ajenas a la empresa.

Afirmó que no es del interés del Gobierno “que una empresa que ha invertido tanto en el país se vaya”, por lo que el “deber” de su despacho “es tratar de conservarla”.

“Y eso es lo que estamos haciendo desde el MICI”, afirmó Moltó, quien también había asegurado que hablaba con la transnacional “al menos una o dos veces por semana”.

Chiquita Panamá explotaba miles de hectáreas en la provincia de Bocas del Toro, en el occidente del país, a través de una concesión, recordó Moltó.

Con la suspensión de sus operaciones, la multinacional había iniciado el proceso de despido a unos 6.500 trabajadores, tras acumular pérdidas por más de $75 millones y que 450.000 cajas de banano no pudieron ser exportadas.

En Bocas, el paro de los trabajadores bananeros produjo una crisis por bloqueos de carreteras que afectaron especialmente al distrito de Changuinola —la principal zona comercial de la atlántica provincia— lo que generó una situación de caos alimentada por vandalismo y encapuchados amenazando a transeúntes y conductores.

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