
- 23/06/2025 00:00
En el entorno empresarial y financiero de Panamá, los dividendos representan una de las principales formas en que los accionistas o socios obtienen beneficios por su participación en empresas. Su regulación está establecida en el Código Fiscal y el Reglamento del Impuesto sobre la Renta, Decreto Ejecutivo 170 de 1993 y sus modificaciones. Este marco legal define con claridad las reglas de distribución y tributación de los dividendos.Este artículo explora qué son los dividendos, cómo se distribuyen, su régimen fiscal en Panamá y algunos puntos clave que las empresas y sus accionistas deben considerar.
Los dividendos son el rendimiento generado por las acciones de una empresa. En otras palabras, representan los pagos que una empresa realiza a sus accionistas o socios como distribución de utilidades.
Cuando una empresa distribuye dividendos, los accionistas o socios son los únicos responsables de pagar el impuesto correspondiente sobre la renta, conocido como Impuesto de Dividendos. La sociedad que los distribuye actúa como agente de retención.
La declaración y distribución de dividendos en Panamá debe ser aprobada por la junta directiva o la asamblea de accionistas, según lo estipulado en los estatutos de la empresa.
En Panamá, los dividendos se clasifican en dos categorías principales:
Dividendos ordinarios: Se pagan de manera regular (trimestral, semestral o anual) y se basan en los beneficios recurrentes de la empresa.
Dividendos extraordinarios: Se otorgan en situaciones excepcionales, como la venta de un activo significativo o resultados financieros extraordinarios.Los dividendos pueden pagarse en efectivo o en acciones, según la política de la empresa.
El impuesto de dividendos y el impuesto complementario surgieron en 1964, como resultado de una importante reforma fiscal que transformó el sistema tributario panameño. Esta reforma estableció nuevas reglas para la tributación de utilidades, con el objetivo de garantizar una distribución más eficiente y equitativa de los beneficios empresariales.
Una sociedad está obligada a retener y pagar el impuesto de dividendos si cumple con dos condiciones esenciales:
1. Posee un aviso de operación o una clave de operación (en el caso de empresas ubicadas en la Zona Libre de Colón u otras zonas francas o económicas especiales).
2. Genera ingresos gravables en Panamá.
Si la empresa no cumple con ambas condiciones o presenta dividendos exentos por convenios para evitar la doble tributación u otra legislación específica, no está sujeta a retención del impuesto de dividendos.
El sistema tributario panameño es territorial, lo que implica que los ingresos generados fuera del país no están sujetos a impuestos en Panamá. Sin embargo, para determinar la tarifa del impuesto de dividendos aplicable, se deben considerar varios factores:
• El tipo de acciones sobre las cuales se distribuyen los dividendos.
• El régimen fiscal de la entidad.
• La procedencia de las utilidades retenidas.
Además del impuesto sobre dividendos, Panamá aplica un impuesto complementario del 4 % sobre utilidades no distribuidas. Su objetivo es evitar que las empresas retengan indefinidamente sus ganancias sin distribuirlas, funcionando como un adelanto del impuesto de dividendos.
El impuesto de dividendos se paga mediante retención en la fuente, lo que significa que la empresa responsable de distribuirlos retiene el impuesto y lo remite al fisco en un plazo máximo de diez días después de la retención. La retención se efectúa en el momento del pago de los dividendos a los accionistas.
El pago al Tesoro Nacional debe realizarse exclusivamente en dinero o efectivo, sin importar que las utilidades sean distribuidas en acciones o valores.
El formulario utilizado para declarar este impuesto es el Formulario 07, denominado “Declaración Jurada de Impuesto Retenido sobre Dividendos o Cuota de Participación”, el cual se envía a través del sistema E-TAX 2.0 de la Dirección General de Ingresos.
Para los accionistas o socios que reciben dividendos, es importante tener en cuenta que el impuesto de dividendos es único y definitivo. Una vez que la sociedad retenedora paga el impuesto y distribuye el dividendo, el accionista no tiene obligación de declararlo nuevamente.
Los dividendos son una herramienta fundamental en la distribución de beneficios dentro del entorno corporativo panameño. Comprender su funcionamiento y tratamiento fiscal es esencial para empresas y accionistas.
La reforma fiscal de 1964 marcó un hito en el sistema tributario panameño, estableciendo el impuesto de dividendos y el impuesto complementario como mecanismos esenciales para regular la distribución de utilidades.
Panamá ofrece un entorno empresarial atractivo, con tasas impositivas competitivas y un sistema fiscal eficiente. No obstante, ciertas particularidades requieren atención profesional. Para maximizar los beneficios y cumplir con la normativa vigente, siempre es recomendable contar con el apoyo de un contador o asesor fiscal especializado en el régimen panameño.