La agricultura orgánica: ¿Negocio o no?

Actualizado
  • 05/07/2014 02:00
Creado
  • 05/07/2014 02:00
Necesidad de incentivar el cultivo ambientalmente sostenible ante las crecientes enfermedades

¿Es la agricultura orgánica un sistema de producción para salvar a la humanidad? o ¿puede ser un negocio rentable para miles de pequeños productores de Panamá?

Podría ser ambas cosas, sin embargo, para la mayoría de los ministros de agricultura que han pasado por el MIDA de Panamá, significa, más que todo, agricultura de subsistencia y solo debe ser orientada hacia pequeñas granjas ‘sostenidas’ creadas para distraer el principal problema del desarrollo agropecuario de nuestro país y captar fondos internacionales y nacionales, sin solucionar la carencia de la oferta de productos agropecuarios para el consumo de las grandes mayorías que se ven obligadas a pagar más por los productos agropecuarios importados.

Ningún Ministro del MIDA ha tomado en serio la agricultura orgánica en Panamá y, por el contrario, promueven la agricultura con químicos, la agricultura del subsidio y la protección arancelaria.

En Estados Unidos, Alemania, España, y otros países, la agricultura orgánica se desarrolla robustamente por que existe una demanda creciente y sostenida de productos sanos, sin químicos y, el Estado, le brinda a los agricultores ayuda especializada con políticas, asistencia técnica, creación de mercados (infraestructuras), certificaciones de origen, etc.

En Panamá la demanda de estos productos es también creciente y ya hay algunas tiendas que ofrecen productos saludables provenientes de pequeñas granjas que hacen, individualmente, un gran esfuerzo, con sus propios recursos, para producir productos orgánicos. Sin embargo, aquí lo importante es crear una oferta certificada confiable de productos que debe ser exhibida o vendida en mercados especializados.

En los nuevos mercados periféricos debería de incluirse un área que le permita a los campesinos ofrecer libremente sus productos, identificando el origen de cada uno de ellos.

El estado debe crear un Departamento especializado de Agricultura Orgánica que debe estar fundamentada en una Ley o Decreto Ley que reglamente toda la actividad de agricultura y ganadería. También debe de encargarse de la certificación de granjas y sus productos, definir políticas, agrupar productores, recomendar nuevos métodos, etc.

Irene Marte, microproductora de Puerto Rico, dice: ‘Por alguna razón ilógica, la agricultura se menosprecia y más a nosotros los agricultores. Por esta y por muchas razones, yo decidí olvidarme de las decisiones del gobierno y lo que el resto de la humanidad está haciendo, y concentrarme en mi propia sobrevivencia en un ambiente totalmente saludable. La agricultura orgánica no es más que la agricultura de nuestros antepasados’.

Si se analiza a fondo la agricultura orgánica se notará que una parte importante de los agricultores son profesionales que en su proceso de reciclaje y sus conocimientos de los daños que ocasionan los productos cargados de químicos que afectan hasta el propio ambiente que los rodea. Estos profesionales, casi siempre son autofinanciados y no reciben apoyo económico directo de entidades del estado, sin embargo, si requieren del Estado lo que hemos señalado más arriba.

Los microproductores de subsistencia deben ser apoyados como lo hacia antes el BAPI, la agencias agrícolas del interior o, posteriormente el IFE, que fueron las instituciones que le dieron origen al BDA.

En 1977 aun había una cartera de préstamos para muy pequeños productores y, cuyos fondos, se incorporaron a la cartera normal del banco y, de esta forma, fue desapareciendo al microproductor para darle paso al ‘productor comercial o bancable’.

ECONOMISTA

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