El índice de Confianza del Consumidor Panameño (ICCP) se situó en 70 puntos en junio pasado, con una caída de 22 unidades respecto a enero de este año,...
- 04/12/2018 01:00
Creo que todos los seres humanos merecen igual respeto, sin importar su origen, condición, raza o credo. Y también creo que todos los seres estamos obligados a obedecer las leyes del país donde nos encontremos. No hacerlo es violentar el orden, irrespetar el país huésped y a las personas que viven en ese lugar.
Dicho esto, en diciembre 10 y 11 de 2018 las Naciones Unidas, después de meses de trabajo, propone firmar el Pacto de Migración Segura, Ordenada y Regular. Se trata de un documento declarado no vinculante, y que pretende relacionar a los países receptores de migración, los que la originan y los países de tránsito. Entre otras consideraciones, aducen que ‘los refugiados y migrantes tienen derecho a los mismos derechos humanos universales y fundamentales'. Sin embargo, los migrantes y los refugiados son grupos distintos gobernados por marcos legales separados.
Sólo los refugiados tienen derecho a la protección internacional específica definida por el derecho internacional de los refugiados. Este Pacto Global se refiere a los migrantes y presenta un marco cooperativo que aborda la migración en todas sus dimensiones.
Suena simple, razonado y lógico. Sin embargo, los países que más han participado en la promoción del mismo, a excepción de Canadá y Suiza, que mantiene políticas de inmigración controlada, no son países receptores de migración. Entre aquellos que promueven el documento, están: Argentina, Bangladesh, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Canadá, Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Honduras, Liechtenstein, México, Nepal, Panamá, Paraguay, Filipinas, Suiza y Uruguay.
Recientemente fue aprobado el texto, por 191 países, mientas que Polonia, Hungría, y Estados Unidos de América se manifestaron en contra.
‘Este paquete anima los procesos migratorios de manera insensata y solo tiene en cuenta los intereses de África, América Latina y pequeños estados insulares cuando determina que la emigración es un derecho fundamental', dijo el ministro húngaro de Exteriores, Péter Szijjártó, añadiendo que ‘el Pacto quiere hacer obligatorio para todos los países proveer de toda clase de servicios a los migrantes a lo largo de la ruta, y que esos servicios sean los mismos que ofrecen a sus propios ciudadanos'.
¿Qué sucederá cuando los países objetivo final de las migraciones se nieguen a recibirlas? ¿Europa Occidental, Estados Unidos? Pues los países de tránsito que han apoyado este movimiento masivo de personas, a pesar de no ser vinculante el acuerdo, deberán, según reza el texto arriba mencionado, reconocer que ‘…los refugiados y migrantes tienen derecho a los mismos derechos humanos universales y fundamentales…' Ya México está viviendo esta situación.
Ante la contumacia norteamericana en no recibirlos, el problema ha sobrecargado los presupuestos federales de México.
¿Qué sucederá si los migrantes de otros países llegan hasta Panamá? Los otros países los dejan pasar. Le quedará a Panamá la responsabilidad de otorgar el acceso a los derechos humanos y universales que sus propios países le niegan a sus ciudadanos que emigran.
¿Podemos afrontarlos sin afectar nuestra capacidad de brindar servicios eficientes y eficaces a la población nacional y a los residente panameños? Es claro que los pobres de los países votan contra sus gobernantes, yéndose de los mismos.
Los países desarrollados no se sienten obligados a recibirlos. Debemos considerar y analizar bien hasta dónde nos compromete como Nación. Ya tenemos ejemplos. Aunque no es vinculante, Panamá firmó la Declaración contra la Corrupción, también de las Naciones Unidas. Y justamente la mayoría de las exigencias de la OCDE y GAFI son parte de las cosas que nos comprometimos a hacer firmando la Convención contra la Corrupción.
Por supuesto que creo que Panamá debe recibir migrantes. Pero los que respondan a una política migratoria de calidad, de conocimientos, y valores que contribuyan al engrandecimiento del país. A esos, bienvenidos.