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Panamá es destino de la inversión extranjera, según la Cepal
- 12/07/2023 00:00
- 12/07/2023 00:00
En 2022, Panamá se posicionó como el segundo receptor de inversión extranjera directa (IED) en Centroamérica, y entre los países con más entradas en América Latina y el Caribe.
Así se desprende del informe anual titulado “La inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe 2023”, presentado este lunes 10 de julio por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
En la región, Panamá solo es superado por Costa Rica lo que evidencia que el país sigue siendo atractivo para la inversión extranjera directa.
El año pasado, las entradas de capital de IED en Panamá sumaron $2.513 millones, mientras que en 2021 totalizaron $1.761 millones, cifra que significó un incremento de 42,7% tras la fuerte caída en 2020 de -$2.477 millones.
“Panamá tuvo un crecimiento importante y fue el segundo país receptor de inversión extranjera en Centroamérica”, afirmó el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs, al presentar el informe en conferencia de prensa.
En la tabla, Panamá solo es superado por Costa Rica en el primer lugar de las entradas de inversión extranjera en 2022 en la región, con $3.673 millones, cifra que equivale a un aumento de 2,2% con respecto al año previo cuando alcanzó los $3.593 millones.
En Guatemala, la actividad registró $1.352 millones en 2022, una disminución de 60,9% con relación a 2021 ($3.462 millones); y en Nicaragua fue de $1.294 millones, un aumento de 6,0%.
En general, el año pasado la entrada de inversión extranjera directa en Centroamérica se situó en $9.813 millones una disminución de -11,9% con respecto al año previo, impulsado principalmente por el deterioro de la actividad en El Salvador (-132,7%) y Guatemala (-60,9%).
En 2022 ingresaron a América Latina y el Caribe $224.579 millones de inversión extranjera directa, un 55,2% superior a la cifra registrada en 2021 y el “máximo valor desde que se lleva registro”, afirmó el funcionario de la Cepal.
Desde 2013 las entradas anuales de IED en la región no superaban los $200.000 millones, lo que transforma la recuperación de 2022 en un hito importante para las inversiones de la última década, añadió. El peso de estos flujos en el PIB regional también aumentó en 2022, llegando a representar el 4,0%.
El secretario de la Cepal dijo que el aumento de las entradas de inversión extranjera directa fue sobre todo en América del Sur con 81,8%, en el Caribe aumentó 11% y en Centroamérica disminuyó 11,9%, explicado por una situación puntual en Guatemala. Pero “en la mayor parte de los países la evolución fue creciente”, aseveró.
El comportamiento positivo de América del Sur se explica principalmente por un aumento en Brasil con un 41% del total de las IED en la región, el segundo receptor es México (17,3%) y el tercero es Chile (9,3%).
A estos les siguen Colombia (7,5%), Argentina (6,9%) y el Perú (4,8%), todos con mayores entradas que en 2021. Bolivia fue el único país que no tuvo un aumento en esta subregión.
Las entradas en México, por su parte, registraron un crecimiento del 16,3% en las entradas de inversión extranjera directa en 2022 y se consolidó entre los países con mayor importancia en las entradas en 2022.
En general, en Centroamérica se recibieron menos inversiones (4,4% de los $224.579 millones), pero el comportamiento en los países fue “heterogéneo”, dijo el funcionario de las Naciones Unidas.
Costa Rica también fue el país con mayores entradas en la región, con un 1,6% de participación del total de las IED, seguido por Panamá (1,1%), Nicaragua (0,6%), Guatemala (0,6%), Honduras (0,5%), El Salvador (0,0%).
Por último, el ingreso de IED en el Caribe también fue positivo, impulsado principalmente por mayores inversiones en la República Dominicana, que fue el segundo país receptor después de Guyana.
Para la Cepal toda “esta dinámica es congruente con la recuperación pospandemia y no es claro si se mantendrá en niveles similares en 2023”.
Además, “este comportamiento e indicadores de flujo de IED no son equivalentes a desarrollo. El tema complementa el desarrollo, y para tener una visión integral siempre tenemos que pensar en otros indicadores sociales y económicos”, aclaró Salazar-Xirinachs.
Por lo tanto, ahora el reto es atraer y retener inversión extranjera directa que contribuya efectivamente al desarrollo productivo sostenible e inclusivo de la región.
Mencionó que hay nuevas oportunidades en una “era de reconfiguración” de cadenas globales de valor y de relocalización geográfica de la producción ante una globalización cambiante.
Pero, “el reto no solo es atraer y retener, sino maximizar la contribución de la IED al desarrollo, y para esto los países deben poner atención a las políticas de desarrollo productivo posestablecimiento, que incluyen el fomento a los encadenamientos productivos, políticas de agregación de valor y ascenso en las cadenas de valor, de desarrollo de recursos humanos, de infraestructura y logística y de construcción de capacidades locales”, afirmó el secretario ejecutivo de la Cepal.
Por sector, los servicios han concentrado la mayor parte de las entradas de inversión extranjera. Así el 54% de la IED total, cerca de $70.000 millones.
Dentro de ese sector, las inversiones en servicios financieros; electricidad, gas y agua; información y comunicaciones, y los relacionados con el transporte tuvieron la mayor participación.
En cuanto a manufacturas, las inversiones habían venido decreciendo desde 2016, pero se dinamizaron en 2022 con entradas importantes en la industria de refinería en Brasil y la automotriz en Brasil y en México.
Señaló que en recursos naturales también se registró un renovado interés por invertir, en gran parte vinculado con el sector energético, principalmente provenientes de países como Estados Unidos y la Unión Europea (excluyendo a Países Bajos y Luxemburgo), al igual que de América Latina y el Caribe.
En conclusión, mientras los flujos de IED crecieron en América Latina y el Caribe, en otras regiones del mundo –como Estados Unidos y en algunos países de la Unión Europea– decrecieron. En total, las entradas mundiales se redujeron un 12% con respecto a 2021 y totalizaron $1,29 billones.