Panamá tendrá un crecimiento ‘resiliente’ en lo que resta del 2025, según la Cepal

El desempeño de Panamá como de los otros países se debe a que las nuevas proyecciones para la región tienen una leve revisión al alza respecto a las publicadas en abril pasado, cuando se proyectaba un 2,0 %

Dentro de América Latina y el Caribe, Panamá tendrá un crecimiento dinámico por el orden del 4,2 %, el segundo mejor de la región, solo superado por Argentina, la cual experimentaría este año un crecimiento de 5 %.

Los datos se desprenden de la nueva edición del informe anual Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2025. Movilización de recursos para el financiamiento del desarrollo, que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) presentó este martes.

Según la Cepal, economías como las de Guatemala, Panamá y República Dominicana mostrarán una relativa resiliencia en 2025, con tasas de crecimiento mayores al 3,5 %, gracias a la dinámica del sector de los servicios, el comportamiento del consumo privado y la expansión de los envíos de remesas.

“En un contexto internacional marcado por la incertidumbre y la desaceleración económica, Panamá vuelve a destacar como una de las economías más dinámicas de América Latina y el Caribe”, destacó el Ministerio de Economía y Finanza (MEF), a través de un comunicado.

El MEF resaltó que el informe plantea que, pese a contratiempos como el cierre de la mina Cobre Panamá —que incidió negativamente en los indicadores productivos—, la economía panameña ha mostrado resiliencia gracias a la expansión del sector servicios, el consumo privado y el aumento en el envío de remesas, factores claves para sostener el dinamismo del país en un entorno regional frágil.

En cuanto al empleo, la Cepal reporta que Panamá experimentó un aumento superior al 2 % en la ocupación agrícola, un dato significativo si se considera la caída del 1,7 % en el promedio regional. No obstante, también señala que la tasa de informalidad subió en el país, reflejando tensiones estructurales aún pendientes de resolver en el mercado laboral.

Por el lado de los ingresos, el salario medio real en Panamá creció más del 4 %, colocándolo entre los países con mejores desempeños en la región en este indicador, junto a Costa Rica y México.

El MEF destacó que el estudio también llama la atención sobre la composición de la deuda pública panameña, indicando que más del 60 % está denominada en moneda extranjera, especialmente en dólares, lo que expone al país a los riesgos asociados a las fluctuaciones del tipo de cambio y las condiciones financieras internacionales.

Rescata que Panamá, además, se perfila para alcanzar un hito importante en el panorama del desarrollo regional. Tras superar en 2022 el umbral de ingreso alto establecido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el país podría ser considerado oficialmente “graduado” de la asistencia oficial para el desarrollo (AOD) en 2026, si mantiene ese estatus por tres años consecutivos.

“Con estos resultados, la Cepal reafirma el papel protagónico de Panamá en la recuperación económica regional, a pesar de los desafíos estructurales y coyunturales que persisten. El país continúa consolidándose como un punto de referencia para el crecimiento económico sostenible en América Latina y el Caribe”, sentenció el MEF.

Región

La Cepal indicó que el desempeño de Panamá como de los otros países se debe a que las nuevas proyecciones para la región tienen una leve revisión al alza respecto a las publicadas en abril pasado cuando se proyectaba 2,0%. Sin embargo, advirtió que la región continúa en un prolongado período de bajo crecimiento.

El secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs, resaltó que las proyecciones apuntan a dinámicas diferenciadas entre subregiones y países.

En América del Sur, dijo, se prevé una expansión del 2,7 % en 2025, por encima del promedio regional, sustentada principalmente en la recuperación de Argentina y Ecuador, el repunte del crecimiento en Colombia y la sólida expansión de Paraguay.

No obstante, advirtió, en el resto de los países de la subregión se anticipa una desaceleración respecto a 2024. Para 2026, el crecimiento de América del Sur volvería a moderarse, alcanzando un 2,4 %.

En Centroamérica y México, el crecimiento proyectado para 2025 es de 1,0 %, casi la mitad de la expansión de 1,8 % registrada en 2024, a causa del debilitamiento de la demanda externa, especialmente desde Estados Unidos.

Para el Caribe (excluyendo a Guyana), la Cepal proyecta un crecimiento del 1,8 % en 2025 y 1,7 % en 2026, una desaceleración respecto a 2024, que se explica por el menor crecimiento del PIB de Estados Unidos, y la consecuente reducción de la demanda de servicios turísticos, además de la menor demanda global de servicios.

De acuerdo con la Cepal, la subregión sigue enfrentando altos costos de importación de energía y transporte, así como una marcada exposición a desastres naturales, factores que afectan su posición externa y nivel de endeudamiento. En contraste, subrayó, Guyana mantendría tasas de crecimiento elevadas, gracias a la continuidad de las inversiones en el sector hidrocarburos.

“América Latina y el Caribe atraviesan en 2025 una nueva fase de desaceleración económica. Después de un repunte en los primeros trimestres de 2024, el crecimiento del PIB regional perdió dinamismo hacia fines de ese año, y se espera que se modere del 2,3% registrado en 2024 al 2,2% en 2025”, alertó Salazar-Xirinachs.

Escenario macroeconómico

El escenario macroeconómico para 2025-2026 estará marcado por un menor dinamismo de la demanda agregada interna. El entorno macroeconómico regional estará caracterizado por una débil demanda interna, en particular por la desaceleración del consumo privado. Además, las perspectivas internacionales se mantienen desfavorables, limitando el impulso externo para el crecimiento regional.

Para 2025 y 2026, la Cepal proyecta una moderación del crecimiento económico mundial como consecuencia de múltiples condicionantes —tensiones y fragmentación geoeconómica, condiciones financieras aún restrictivas, debilitamiento del comercio internacional y conflictos bélicos, entre otros.

A esto se suma una acentuación de la vulnerabilidad externa, reflejada en el aumento proyectado del déficit de la cuenta corriente y en la mayor dependencia del capital externo.

El informe señala que, para el período 2025-2026, la balanza de pagos de la región seguirá siendo impactada por distintos riesgos, tales como el agravamiento de los conflictos geopolíticos, la volatilidad de los precios de los productos básicos y la desaceleración sincronizada de las principales economías del mundo.

MEF
En un contexto internacional marcado por la incertidumbre y la desaceleración económica, Panamá vuelve a destacar como una de las economías más dinámicas de América Latina y el Caribe”.
José Manuel Salazar-Xirinachs
Secretario ejecutivo de la Cepal
América Latina y el Caribe atraviesa en 2025 una nueva fase de desaceleración económica. Después de un repunte en los primeros trimestres de 2024, el crecimiento del PIB regional perdió dinamismo hacia fines de ese año, y se espera que se modere del 2,3% registrado en 2024 al 2,2% en 2025”,
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