La pérdida del liderazgo del registro impacta en Europa

Actualizado
  • 05/09/2023 00:00
Creado
  • 05/09/2023 00:00
En un extenso artículo, el diario “El País” de España hace alusión a la competencia que hay entre Liberia y Panamá por el liderazgo del registro de naves y tonelaje
Por más de 30 años, Panamá fue la bandera preferida de las navieras.

La pérdida del liderazgo de la capacidad de carga de los barcos de Panamá genera eco en Europa.

El diario El País de España publicó un extenso artículo que hace referencia a la competencia que existe entre Liberia y Panamá por el liderazgo de la industria que durante más de tres décadas mantuvo Panamá. “... Un negocio que despierta controversia por la competencia fiscal y la diferencia de regulaciones”, establece la publicación del 3 de septiembre de 2023.

Panamá ostentaba el título del país preferido de las navieras para registrar sus buques. Más de 8.200 buques usan el emblema panameño para navegar en aguas internacionales. Pero Liberia lleva años amenazando ese liderazgo. Aunque el país africano solo cuenta con 5.000 embarcaciones abanderadas, en junio pasado superó en tonelaje a Panamá. El porcentaje de tonelaje es lo que en la industria marítima establece el liderazgo y las ganancias.

Las autoridades panameñas justifican el retroceso argumentando estrictos controles en las inspecciones y depuración del registro de buques que han violado normas internacionales. Aseguran además que están en proceso de modernización y simplificación administrativa.

Pero lo ocurrido parece la crónica de una muerte anunciada. En 2014, en su carta de despedida a los armadores, el entonces director de Marina Mercante, Alfonso Castillero, lo pronosticó. “El registro naviero requiere una reestructuración... No ha sido siempre el número uno del mundo, aunque ahora lo es, no significa que lo siga siendo en el futuro”.

“La competencia es feroz y la industria necesita un servicio dinámico, eficiente y altamente calificado, en un mundo de globalización y tecnología en el que el personal bien adiestrado es tan importante como la visión corporativa”, dijo.

Las consideraciones las hizo el ingeniero naval panameño días antes de incorporarse a la flota de Liberia. Castillero recomendó descentralizar la Marina Mercante para optimizar el negocio que entonces generaba $150 millones brutos. El modelo es con el que opera la competencia y que ha dado muy buenos resultados porque, entre otras, ofrece un servicio mucho más rápido. Mientras que el servicio estatal panameño es burocrático y lento.

Alberto Herrera, capitán y expresidente de la Asociación Panameña de Oficiales de Marina (Apom), está convencido de que el sistema de registro está “obsoleto”. Y que la reestructuración que se realizó a la ley –que aún no ha sido llevada a la Asamblea Nacional– llegó tardía”. “No hubo una política de Estado para revertir la tendencia de caída del registro naves”, concluyó.

Mala reputación

La mala reputación que pesa sobre el registro de Marina Mercante dificultará la atracción de nuevos clientes y la retención de los actuales y, por ende, complicaría aún más las aspiraciones de las autoridades panameñas de recuperar la supremacía del sector.

El registro de buques navega contracorriente. Su inclusión en la lista gris del memorando de entendimiento (MOU) de París generaría desconfianza de los armadores u operadores que podrían interpretar que la designación se produjo por mal desempeño y supervisión de buques panameños en aguas internacionales. Esto podría ocasionar que no se vea como una primera opción para abanderar buques, advierten expertos consultados por La Estrella de Panamá.

El MOU de París es un organismo que lleva a cabo más de 17.000 inspecciones a bordo de barcos extranjeros en sus puertos para asegurar que cumplan con los estándares internacionales de seguridad, protección y medio ambiente, y que los miembros de la tripulación tengan condiciones de vida y de trabajo adecuadas. En 2022 –según el informe París Mou– Panamá experimentó 366 detenciones de buques.

La inclusión de la bandera panameña en la lista gris indica que muchos buques han sido detenidos por incumplir la regulación marítima internacional. También quiere decir que los barcos con bandera panameña estarán sujetos a mayores chequeos y detenciones en los puertos. “Los buques están en la mira”, indicó la fuente.

“Los armadores serios no querrán inscribir sus propiedades en un registro que podría ocasionarle daños colaterales, por ejemplo, restarle prestigio a su inversión por estar en una lista gris”, agregó. Mucho menos si los más cercanos competidores del registro panameño –Liberia y Marshall– están en una lista blanca que establece que sus embarcaciones cumplen con los estándares internacionales. Y por supuesto esa misma competencia podría usar esta situación a su favor para mercadear su producto e inscribir más buques, concluyó la fuente

Después de muchos años en la lista blanca, en junio de 2023 Panamá fue incluida en la gris. Luis Fruto, capitán y encargado de la campaña de bandera de conveniencia de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF), explicó que a nivel internacional los problemas de seguridad de la Marina Mercante panameña se  han visto reflejados.

No es vista como “segura. “Ese es el mayor problema. No le hacen las inspecciones necesarias”, agregó el sindicalista.

Un registro abierto

Panamá opera con un registro abierto, que a diferencia de los cerrados, no exige un vínculo entre la nacionalidad del propietario del buque y el país donde se registra. La ITF cree que eso vuelve más probable que se reduzcan los derechos de los tripulantes que trabajan en ellos, porque tienden a ser países con regulaciones menos estrictas. Entre los perjuicios cita salarios más bajos, condiciones deficientes, alimentos inadecuados, o menos descanso. La organización critica, además, que los armadores eligen esta vía para beneficiarse de regulaciones mínimas en cuestiones ligadas al medio ambiente o la seguridad, tasas de matriculación baratas, impuestos bajos o inexistentes –son considerados algo así como los paraísos fiscales de los océanos– y libertad para contratar mano de obra barata, señala una publicación de El País de España.

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