Integrantes de la caravana migrante en el estado de Chiapas, en el sur de México, denunciaron este jueves 21 de noviembre que las autoridades les bloquearon...
- 14/02/2018 01:00
- 14/02/2018 01:00
La Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, solicitó a los países acabar con la ‘ineficiente e insostenible desigualdad y transitar hacia un nuevo paradigma de desarrollo que, entre otros avances, logre derribar la cultura del privilegio, aún arraigada en la región'.
La alta funcionaria de las Naciones Unidas habló sobre el tema en la Ciudad de México, durante el ‘Seminario Permanente Cambio de Época, América Latina frente a la Hora de la Igualdad: avances, retrocesos y desafíos', informó el organismo en un comunicado.
Durante su exposición Bárcena advirtió que el contexto global está marcado por una mayor concentración de la riqueza en el mundo, la que registra una intensidad y un aumento de velocidad sin precedentes.
Asimismo, recordó que, de acuerdo a la última edición del Informe Global de la Riqueza del Credit Suisse Research Institute (CSRI), ‘el 1% de los hogares más ricos del mundo posee la mitad de la riqueza del globo. La riqueza mundial total ha llegado a 280 trillones de dólares y es 27% más alta que una década atrás, cuando se inició la crisis financiera', señaló Bárcena, quien apuntó que cambios tectónicos y un mundo más incierto definen la actual globalización.
En este contexto, señaló, el desafío de alcanzar un desarrollo con igualdad enfrenta a la región a tres problemas estructurales, ‘la heterogeneidad estructural, que es la expresión de la cultura del privilegio a nivel del sistema productivo; la vulnerabilidad externa, que mantiene a la región altamente dependiente del contexto externo, y la enorme debilidad del Estado, la parte institucional que no nos permite avanzar'.
Bárcena precisó que en la propuesta de la Cepal la igualdad debe ser el horizonte del desarrollo; el cambio estructural progresivo, el camino, y la política, el instrumento.
Recordó que la desigualdad es ineficiente e insostenible porque restringe la reducción de la pobreza, conspira contra el desarrollo, amplía el costo de las brechas en la educación y la salud y, en el caso de la desigualdad del ingreso, impide la movilidad intergeneracional.
Asimismo, afirmó que la cultura del privilegio, arraigada en las sociedades latinoamericanas y caribeñas, naturaliza la diferencia como desigualdad y la relación entre el lugar que se ocupa en la escala social y el mayor o menor acceso a educación, salud, trabajo, seguridad y habitabilidad.