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- 06/10/2016 02:00
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La ISO 26000 define RSE a la responsabilidad de una organización ante los impactos que sus decisiones y actividades ocasionan en la sociedad y en el medio ambiente, mediante un comportamiento ético y transparente que contribuya al desarrollo sostenible, incluyendo la salud y el bienestar de la sociedad; tome en consideración las expectativas de las partes interesadas; cumpla con la legislación aplicable y sea coherente con la normativa internacional de comportamiento, y esté integrada en toda la organización y se lleve a la práctica en sus relaciones.
El origen etimológico de la palabra filantropía está en la unión de dos vocablos griegos: ‘philos', que puede traducirse como amor; y ‘anthropos', que significa ser humano. La filantropía es, por lo tanto, todo aquello que expresa en sentimientos y acciones, el amor que siente alguien por sus semejantes, pudiendo tratarse de una persona u organización.
La filantropía no forma parte de la Responsabilidad Social de la Empresa. Hay muchas opiniones respetables desde donde se propone una construcción social, que cada uno ve desde la óptica de sus conocimientos, capacidades e intereses.
Son dos escenarios posibles e incluso complementarios. La confusión podría estar en que generalmente la figura del filántropo es la de un empresario y en general su donación la hace efectiva formalmente en el marco de su empresa o la fundación de su empresa. Es más fácil distinguir la diferencia entre filantropía y RSE si nuestro bienhechor ya se ha desvinculado de la empresa y realiza una gran donación de manera personal. Se mezclan los escenarios si ha realizado su noble acto y aún es presidente o parte del directorio de la empresa. Pero aún así podemos distinguir claramente ambas posibilidades. Cuando se trata de un acto filantrópico personal, familiar o desde su propia fundación, hablamos de filantropía, y cuando el desembolso lo realiza dentro de su empresa debiera formar parte de un plan estratégico de RSE relacionado con la comunidad, denominado inversión social.
La filantropía existe y existirá. No es un acto que será reemplazado por otro tipo de actividades o acciones. Pueden ver la participación activa de cientos de filántropos en todo el mundo en Giving Pledge ( www.givingpledge.org ). Allí se conocen a los individuos y familias comprometidas en donar parte de sus grandes riquezas. Aprenden unos de otros. Comparten sus experiencias, aciertos y de cómo llevar adelante con éxitos sus acciones altruistas.
La tendencia actual de las personas y familias comprometidas, de manera individual o a través de su fundación, es acercar algún tipo de solución efectiva y eficiente a causas sociales, económicas, ambientales, culturales, educativas, entre otras; convirtiendo su apoyo económico, de manera estratégica, en propuestas viables, medibles y ajustables. Hablamos entonces de Filantropía Estratégica donde ya a la donación se le da una utilidad social productiva. Donde se ven que sus aportes son impactos tangibles. En algunos casos son soluciones inmediatas y eficaces pero también en otros casos son propuestas eficientes a mediano y largo plazo.
La sugerencia hoy en día es que los filántropos apoyen a los emprendimientos sociales, promuevan los microcréditos, capaciten a los sectores vulnerables, acompañen a las redes temáticas, apoyen a las industrias creativas e inviertan en innovación social generando un verdadero efecto dominó que hace sustentable su aporte.
La tendencia actual es la de identificar donde se puede incidir con mayor inteligencia estratégica y de manera sostenible, para hacer rendir esa donación y duplicar o triplicar su impacto positivo. La filantropía estratégica nos orienta a ir más allá de dar el pescado, es más bien enseñar a pescar.
La filantropía estratégica se articula con los diferentes sectores como ser organizaciones sociales, gobiernos, organismos internacionales, empresas, emprendimientos y comunidad en su conjunto. Cada vez más filántropos acuden a consultores y especialistas en la temática para asesorarse de cómo hacer rendir mejor su donación. No sólo quieren donar, ahora también quieren saber como se utilizarán esos fondos y por sobre toda las cosas, quieren ver resultados tangibles. La filantropía comparte con la RSE su aporte positivo hacia la comunidad.
La filantropía estratégica se convierte poco a poco en una inversión social cuyo retorno es el bienestar de la sociedad en su conjunto.
EXPERTO INTERNACIONAL Y CONSULTOR ASOCIADO DE STRATEGO