Fuerte aumento de precios en comida, salud y escuela

PANAMÁ. La comida, la educación y la salud son cada vez más caras. Así lo demuestra el Índice de Precios al Consumidor (IPC) publicado por la Contraloría General de la República.

De acuerdo con este informe, el precio de los alimentos aumentó 6% en setiembre comparado con el año anterior. Los servicios médicos subieron 5.5% y los servicios educativos, 6.8%.

Las quejas de los consumidores no se han hecho esperar. Pedro Acosta, presidente de la Unión Nacional de Consumidores y Usuarios de la República de Panamá, considera que el aumento en los precios no se compara con el aumento en los ingresos de las personas. ‘Solo podrán comer, educarse y transportarse los que tienen dinero’, acotó. Para Acosta, el aumento en los precios es consecuencia del juego de oferta y demanda en el mercado. Considera necesaria una ‘mayor justicia social’ y ‘verdaderas políticas de Estado’ para atender estos temas. ‘Ni la educación, ni la salud son políticas públicas, no son prioridad’, opinó Acosta.

El control de precios y la disminución del costo de la canasta básica son temas comunes en el discurso político. Muchos se preguntan por qué siguen subiendo los precios y hasta cuándo lo harán.

¿HAY QUE ACOSTUMBRARSE?

El acelerado crecimiento económico del país ha venido acompañado de un desagradable efecto secundario: la inflación.

La inflación es precisamente el aumento en los precios al consumidor comparados con los del año anterior. Hasta el 2006 se mantuvo por debajo del 3%; sin embargo, a medida que aumentaba el crecimiento en el país las cifras fueron aumentando. Actualmente es de 5.7% anual.

Los expertos consideran que esta cifra no va a disminuir. ‘Ya tenemos que olvidarnos de una inflación baja’, comentó Domingo Latorraca, socio consultor de Deloitte, en una entrevista a La Estrella. El economista Ernesto Bazán coincide con esta opinión. ‘No podemos esperar que baje’, comentó. ‘Hemos pasado (el país) a otro nivel’. Para Bazán, el aumento en los precios se debe a tres factores: el aumento en la demanda, la desvalorización del dólar y el efecto de la inflación internacional.

LA REALIDAD

El reto para Panamá es mantener los ‘salarios reales’ a la par del aumento de los precios. ‘Si la inflación se incrementa a un ritmo superior a los salarios nominales se deteriorará el poder adquisitivo de los consumidores’, comenta Bazán.

En otras palabras, los ingresos de las personas deben ser proporcionales al alza de los precios. Economistas y usuarios coinciden en que, actualmente, no es el caso.