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- 31/12/2011 01:00
- 31/12/2011 01:00
PANAMÁ. La renuncia de Emilio Kieswetter al frente del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) deja entrever la realidad de un sector en abandono.
A falta de una política de Estado que le dé mayor protagonismo al sector primario, el país carece de una real forma de crear y desarrollar su seguridad alimentaria.
Productores consultados le atribuyen el poco avance que tiene el sector a que cada ministro que pasa por la institución —al igual que los gobiernos actuales y pasados— trae una estrategia distinta, misma que mejora ciertos proyectos, pero replica con otros nombres los programas de sus antecesores.
Aunque los motivos de su renuncia son asuntos personales y familiares que no le permitieron continuar con el cargo, hay diversas hipótesis que van desde que el viceministro Gerardino Batista buscaba liderar la entidad, hasta el poco apoyo presupuestario que recibía, debido a que la cúpula gubernamental está dirigida por importadores. Ambas consideraciones siembran aún más incertidumbre para la anhelada seguridad alimentaria del país.
En los últimos 21 años, el MIDA ha sido dirigido por un total de 11 ministros, distribuidos a lo largo de cinco administraciones gubernamentales. Ver recuadro: Las variaciones
¿POSIBLE SUCESOR?
Pero a rey muerto, rey puesto, pues ya empezaron a sonar algunos nombres para dirigir la institución que abandonó Kieswetter a días de culminar el 2011.
El primero de ellos es el actual viceministro, Gerardino Batista, quien antes de llegar a la institución presidía la Asociación Nacional de Ganaderos y, por otra parte, Julio Ábrego, director del Instituto de Mercadeo Agropecuario y quien tiene poco más de un mes en el cargo, tras la salida de Diomedes Jaén, quien enfrenta cargos por el delito contra la administración pública por el mal uso de un bien del Estado.
Sin embargo, ex ministros del MIDA y productores consultados coinciden en que la persona que dirija la institución hasta el 2014, no solo debe ser un hombre bueno al que le guste y comprenda el campo, sino que no dependa de los interés políticos del partido que represente.
UNA RENUNCIA ESPERADA
Para el ex ministro de Desarrollo Agropecuario Laurentino Cortizo, ‘la salida de Kieswetter es una renuncia que se veía venir, ya que el gobierno le da prioridad a las importaciones en temporadas que compiten con la producción nacional’.
Esto —dijo— solo va en detrimento de la producción, así como del hombre y la mujer del campo’.
En tanto, Guillermo Salazar, sucesor de Cortizo durante el administración de Martín Torrijos, asegura que la renuncia no lo tomó por sorpresa, debido a que Kieswetter en más de una ocasión manifestaba su inconformidad presupuestaria y la falta de apoyo que recibe el agro.
Por su parte, Rubén Darío Paredes, titular del MIDA durante la dictadura, tiene la impresión de que la salida de Kieswetter fue difícil, en vista de que es productor de arroz y por hooby deportivo gusta de los caballos cuarto de milla, ‘se ve que es un caballero de principios y familia honorable que ha renunciado, cosa que no se ve con frecuencia en ese tipo de personas’.
Paredes, también asesor de Víctor Pérez, a quien Kieswetter sucedió en el cargo, aseguró que ‘ojalá el señor presidente aproveche y realice cambios en el Gabinete considerando al sector agropecuario como una emergencia nacional’.
EL AGRO EN CRISIS
Cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) dan cuenta de la crisis del agro en Panamá, ya que el PIB agropecuario en relación al Producto Interno Bruto Total del país en el 2000 fue de 7.0%, mientras al 2009 cayó en 5.4% y en el 2010 bajó aún más a 3.4%, equivalentes a $924.8 millones.
La CEPAL registró que en el 2000 existían 303 mil hectáreas cosechadas en Panamá, mientras que ocho años después en el territorio se registran 307 mil hectáreas; pese a que la población fue en aumento, la siembra no se disparó.