- 29/12/2012 01:00
MADRID. El año 2013 será ‘muy duro’ para la economía española, todavía en recesión, advirtió ayer viernes el jefe del ejecutivo, Mariano Rajoy, quien no descartó recurrir en un futuro a la ayuda del BCE, aunque de momento no la contempla.
‘Tenemos todavía por delante un año muy duro, especialmente en su primera mitad y tenemos que perseverar en las reformas que hemos emprendido’, afirmó Rajoy en rueda de prensa.
‘La economía española seguirá en recesión algún tiempo aunque esperamos que empiece a mejorar en la segunda mitad del año que viene’, agregó.
España se encuentra en recesión desde finales de 2011, menos de dos años después de haber salido de ella, la economía española no consigue reanudar con el crecimiento, llevando el desempleo por encima del 25%.
En el tercer trimestre de 2012, el Producto Interno Bruto (PIB) de España se contrajo 0.3% respecto al trimestre anterior, en que ya había caído un 0.4%. Según estimaciones avanzadas este viernes por el Banco de España, la recesión prosiguió en los últimos meses del año.
El gobierno español prevé una caída de 1.5% del PIB este año, aunque es más optimista para 2013, con una previsión de contracción de 0.5%. Numerosos organismos y analistas ponen en duda estas previsiones. Así, la Comisión Europea y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) prevé que la economía española se contraiga 1.4% el próximo año.
Sin embargo, de momento, Rajoy no contempla recurrir a la ayuda europea y ayer lo volvió a reafirmar. Hoy no tenemos pensado pedirle al Banco Central Europeo que intervenga comprando bonos en el mercado secundario’, aseguró. ‘No descartamos hacerlo en el futuro’ si creemos ‘que es necesario utilizarlo’, precisó.
Desde su llegada al poder en diciembre pasado, el gobierno de Rajoy emprendió un sinfín de reformas, entre ellas la reestructuración de su sector financiero, y una draconiana política de austeridad. El país acaba de aprobar unos presupuestos que incluyen ajustes por 39 mil millones de euros, entre subidas de impuestos y recortes.
Su objetivo es llevar por debajo del 3% del PIB en 2014 un déficit que en 2011 alcanzó el 9.4% y recuperar la confianza de los mercados para poder financiarse a intereses más bajos de los actuales. La meta para este año es de 6.3%, una ambicioso objetivo cuyo cumplimiento, o no, sólo se conocerá, afirmó Rajoy, ‘cuando tengamos los datos definitivos’.
Sin embargo, España ‘ha hecho un esfuerzo descomunal’, subrayó, y la Comisión Europea ‘ha dicho que no se necesitan medidas adicionales para el año 2012 y para el año 2013’.
En cuanto a los recortes emprendidos hasta ahora, ‘aunque no todos puedan notarlo, esta política ya está dando algunos frutos tanto en términos puramente económicos (...) como sobre todo en la recuperación de la confianza y el reconocimiento de nuestros socios europeos y de los mercados financieros internacionales’, consideró.
La austeridad es cada vez más cuestionada por los economistas, que la ven como un freno a la reactivación económica, y por la sociedad, que multiplica las protestas contra los recortes en salud y educación públicas.