Israel, amenaza para espionaje para Estados Unidos

Actualizado
  • 04/12/2012 17:54
Creado
  • 04/12/2012 17:54
El jefe local de la CIA abrió la caja bajo llave que estaba en el delicado equipo que utilizaba en su casa en in Tel Aviv para comunicar...

El jefe local de la CIA abrió la caja bajo llave que estaba en el delicado equipo que utilizaba en su casa en in Tel Aviv para comunicarse con la sede de la oficina de espionaje estadounidense en Virginia sólo para encontrar que alguien había intentado abrirla. Informó a sus superiores sobre la irrupción.

El episodio, descrito por tres ex agentes de inteligencia estadounidenses, pudo ser descartado como otro incidente clandestino en el mundo del espionaje internacional, excepto que lo mismo le sucedió al anterior jefe de la oficina de Israel.

No fue un recordatorio sutil, incluso en un país amigo de Estados Unidos, de que la misma CIA está siendo vigilada.

En un episodio separado, de acuerdo con otros dos ex espías estadounidenses, un agente de la CIA en Israel llegó a su casa y encontró que la comida en el refrigerador estaba acomodada de otra forma. En todos los casos, el gobierno estadounidense cree que los servicios de seguridad de Israel fueron responsables.

Una intromisión así pone en evidencia un tema que es ampliamente conocido pero raramente discutido fuera de los círculos de inteligencia: a pesar de los indiscutibles lazos entre Estados Unidos y su aliado más cercano en Medio Oriente y a pesar de las aseveraciones de políticos estadounidenses elogiando amistad, autoridades estadounidenses de seguridad nacional consideran que algunas veces Israel un aliado frustrante y una genuina amenaza de contrainteligencia.

Además de lo que las autoridades estadounidenses describen como intrusiones en viviendas en la década pasada, Israel ha estado implicado en casos de espionaje criminal y en procesos disciplinarios contra oficiales de la CIA y ha sido culpado de la presunta muerte de un importante espía de la CIA en Siria durante el gobierno del presidente George W. Bush. El agente, ahora desaparecido, era el único elemento de la CIA dentro del programa de armas químicas y nucleares.

La CIA considera a Israel su amenaza de contrainteligencia número uno en la División del Cercano Oriente de la agencia, el grupo que supervisa el espionaje en todo Medio Oriente, de acuerdo con oficiales actuales y antiguos. Esto significa que la CIA cree que los secretos nacionales de Estados Unidos están más seguros en otros gobiernos de Medio Oriente que con Israel.

Israel utiliza sofisticados servicios profesionales de inteligencia que rivalizan con las agencia estadounidenses en capacidad técnica y el reclutamiento de colaboradores. A diferencia de Irán o Siria, por ejemplo, Israel, como resuelto aliado de Estados Unidos, disfruta de acceso a los más altos niveles del gobierno estadounidense en los círculos militares y de inteligencia.

Los oficiales hablaron con la condición del anonimato porque no estaban autorizados a abordar delicados temas diplomáticos y de inteligencia entre los dos países.

Las preocupaciones de contrainteligencia continúan a pesar de la relación cercana entre ambos países mientras Israel tiene cercana operación en programas que se dice incluyen al virus informático Stuxnet que atacó computadoras en las principales instalaciones de enriquecimiento de uranio de Irán. Aunque la alianza es primordial para la estrategia de Estados Unidos en Medio Oriente, hay espacio para intensos desacuerdos, en especial en la agitación diplomática por las ambiciones nucleares de Teherán.

"Es una relación complicada", dijo Joseph Wippl, ex agente secreto de la CIA y jefe de la oficina de la agencia para asuntos legislativos. "Ellos tienen sus intereses. Nosotros los nuestros. Para Estados Unidos es un acto de equilibrio".

La forma en que Washington retrata su relación con Israel ayuda a determinar la visión que tiene el resto del mundo de los Estados Unidos, en particular los países musulmanes.

La Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) siempre ha vigilado a Israel. Estados Unidos, por ejemplo, no quiere tener la guardia baja si Israel lanza un sorpresivo ataque que pudiera lanzar a la región a la guerra, comprometer el suministro de petróleo y poner en riesgo a soldados estadounidenses.

Matthew Aid, autor de "The Secret Sentry" (El centinela secreto) que trata sobre la NSA, dijo que Estados Unidos comenzó a espiar a Israel incluso antes de que se creara el Estado en 1948. Indicó que Estados Unidos tuvo una base en Chipre dedicada a espiar a Israel hasta 1974. Hoy, equipos de lingüistas hebreos está en el Fuerte Meade, Maryland, en la NSA, escuchando comunicaciones israelíes, asegura.

La CIA por lo general prohíbe a sus oficiales en Tel Aviv informarse de fuentes del gobierno israelí, según oficiales. Para hacerlo se requeriría la aprobación de altos funcionarios de la CIA, agregaron dos ex funcionarios. Durante el gobierno de Bush, la aprobación tenía que venir de desde la Casa Blanca.

Israel no es el aliado más cercano de Estados Unidos, al menos cuando se trata de que Washington confíe la información de seguridad nacional más delicada. Esa distinción pertenece a un grupo de naciones conocidas antes como los "Cinco Ojos". Bajo esta bandera, Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia, Canadá y Nueva Zelanda acordaron compartir inteligencia y no espiarse unos a otros. Es frecuente que oficiales de inteligencia estadounidenses trabajen directamente junto con elementos de esos países para manejar información altamente clasificada no compartida con nadie más.

Israel es parte de una relación de segunda clase. Pero el servicio de inteligencia exterior de Israel, la Mossad, y su equivalente al FBI, el Shin Bet, son considerados de los mejores del mundo, y han sido sospechosos de reclutar a oficiales estadounidenses y tratar de hurtar los secretos de Estados Unidos.

Alrededor de 2004 o 2005, la CIA despidió a dos mujeres por no reportar contactos con israelíes. Una de ellas reconoció durante un examen de polígrafo que tuvo una relación con un israelí con el que trabajó en el Ministerio del Exterior, dijo un oficial estadounidense. La CIA se enteró de que esa persona trabajaba para el Shin Bet.

Jonathan Pollard, que trabajó para la Armada estadounidense como analista de inteligencia civil, fue sentenciado a cadena perpetua por espiar para Israel en 1987. Los israelíes por años han tratado de obtener su liberación. En enero de 2011, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu pidió al presidente Barack Obama liberar a Pollard y reconoció que las acciones de Israel en el caso "fueron equivocadas y completamente inaceptables".

Ronald Olive, ex supervisor del Servicio de Investigación Criminal de la Armada y que investigó a Pollard, dijo que tras su arresto, Estados Unidos formó una fuerza de tarea para determinar qué documentos del gobierno había tomado Pollard. Olive dijo que Israel devolvió tan pocos, que representaban una "mancha en la arena".

Después de Pollard, los israelíes prometieron que sus espías no operarían en territorio estadounidense.

En 2008, Ben-Ami Kadish, un ex ingeniero mecánico de la Armada, se declaró culpable de pasar secretos clasificados a los israelíes la década de 1980. Su contacto era el mismo de Pollard. Kadish permitió que los israelíes fotografiaran documentos sobre armas nucleares, una versión modificada de un avión de combate F-15 y el sistema de defensa aéreo contra misiles U.S. Patriot. Kadish, que fue arrestado cuando tenía 85 años, evitó la cárcel y tuvo que pagar una multa de 50.000 dólares.

En 2006, un ex analista del Departamento de Estado fue sentenciado a más de 12 años en prisión por dar información clasificada un diplomático israelí y dos cabildeadores pro-isarelíes.

Pese al caso Pollard y otros, Olive opina que los dos países necesitan mantener lazos cercanos "pero ¿tenemos que ser vigilantes? Absolutamente. Los israelíes son buenos en lo que hagan".

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