Barack Obama: “el gran orador”

Actualizado
  • 19/01/2009 01:00
Creado
  • 19/01/2009 01:00
WASHINGTON. Para sus abundantes críticos, la Presidencia de George W. Bush es la prueba de que un hombre que no articula bien sus pala...

WASHINGTON. Para sus abundantes críticos, la Presidencia de George W. Bush es la prueba de que un hombre que no articula bien sus palabras es incapaz de articular sus políticas. Por contraste, esa es una perspectiva prometedora para Barack Obama.

El presidente le debe su éxito, en gran medida, a su elocuencia. La fuerza de sus palabras hizo que muchos ya lo consideren el mejor orador de su generación. Y fue a punta de sus inspiradores discursos que algunos consideran históricos, como allanó su camino a la Casa Blanca.

Según evoca Obama en sus memorias, Dreams of My Father (Sueños de mi padre), descubrió el placer de "escuchar mi voz rebotar de la multitud y regresar hacia mi convertida en un aplauso" en la universidad, durante una manifestación de estudiantes contra al apartheid de Suráfrica. Ya como político, después de algunos discursos significativos contra la guerra en Irak, vino la intervención que lo catapultó a la fama.

SUEÑO AMERICANO

En aquel famoso discurso en la Convención Demócrata de 2004 presentó su inusual saga familiar, con un padre africano y una madre blanca de Kansas, para declarar que "en ningún otro lugar del planeta mi historia sería siquiera posible". A partir de su propia versión del 'sueño americano' lanzó el mensaje de unidad que se convirtió más adelante en su mantra: "No hay Estados azules y Estados rojos. Hay los Estados Unidos de América".

Muchos calificaron a aquel senador primíparo como la joven promesa de los demócratas. Pero pocos anticiparon su ascenso vertiginoso. Las primarias fueron el escenario perfecto para que mejorara sus discursos, mientras sus rivales decían que le faltaba sustancia y no se llegaba a la Presidencia a punta de palabras bonitas. El "Yes we can" ("sí podemos") se convirtió en un popular lema y cuando varios artistas musicalizaron sus palabras, el video causó sensación en You Tube, con más de 20 millones de visitas.

Cuando las incendiarias declaraciones de su pastor, el radical Jeremiah Wrigth, lo pusieron contra las cuerdas, contestó con un conmovedor discurso sobre la raza. Cuando lo acusaron de mesianismo, o de ser simplemente una celebridad, contestó con sus palabras en la convención demócrata: "Lo que los escépticos no entienden es que esta elección nunca ha sido acerca de mí, sino acerca de ustedes".

A Obama le gusta hacer referencias históricas y el día de su victoria evocó dos de los discursos más famosos de Estados Unidos: el de Abraham Lincoln en 1863 en Gettysburg (en plena guerra civil) y el de Martín Luther King en la víspera de su asesinato. Esa noche, Obama habló de una lucha librada a través de generaciones y encarnada en Ann Nixon Cooper, quien a los 106 años puede contar que su abuelo fue esclavo, que padeció la segregación, que obtuvo sus derechos civiles y que votó por un presidente negro.

NARRATIVA PÚBLICA

Para Timothy McCarthy, experto en discursos de la escuela de gobierno de Harvard, uno de los secretos de Obama ha sido construir "una narrativa pública". "Obama ha logrado consciente y exitosamente mostrarnos que su historia es nuestra historia, que es al mismo tiempo inspiradora, única, global y común. No es una hazaña pequeña", dijo a Semana. Obama entiende la historia que lo precede. Y como Lincoln, Franklin Delano Roosevelt, John F. Kennedy y Ronald Reagan, recoge un potente filón de optimismo. "No sólo habla de esperanza, la personifica con su sonrisa, su lenguaje y su atractivo juvenil". En cuanto a la forma, según explica McCarthy, usa los elementos de la tradición del pastor negro, como la cadencia, las pausas profundas, los vertiginosos crescendos, la repetición, el uso coloquial del humor y el sentido de la audiencia y el contexto.

Por estos días, los comentaristas recuerdan que fue en su discurso inaugural cuando John F. Kennedy transmitió la idea de una nueva era y pronunció una de sus frases más famosas: "No pregunten lo que su país puede hacer por ustedes, sino lo que ustedes pueden hacer por su país". Las expectativas sobre las palabras de Obama son inmensas. La oratoria es uno de sus grandes talentos, pero le esperan colosales retos. Como alguna vez dijo Bill Clinton, se hace campaña en poesía, pero se gobierna en prosa. ©PUBLICACIONES SEMANA

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