Desde el más allá

Actualizado
  • 18/05/2009 02:00
Creado
  • 18/05/2009 02:00
GUATEMALA. La frase es espeluznante. “Si usted está en este momento oyendo o viendo este mensaje, es porque fui asesinado”, asegura el...

GUATEMALA. La frase es espeluznante. “Si usted está en este momento oyendo o viendo este mensaje, es porque fui asesinado”, asegura el abogado Rodrigo Rosemberg en el perturbador video, visto por cientos de miles de personas en You Tube , que ha sacudido hasta los cimientos a Guatemala. El reconocido jurista, en efecto, fue baleado mientras paseaba en bicicleta por Ciudad de Guatemala el domingo pasado. Y su asesinato amenaza al gobierno porque, después de la categórica afirmación, que resultó profética, Rosemberg culpa directamente de su muerte al presidente Álvaro Colom, a su esposa Sandra, y a varios de sus más cercanos colaboradores. Los acusa de corrupción, desvío de fondos y lavado de activos en el Banco Rural de Desarrollo (Banrural), la principal entidad del país.

“La razón por la que estoy muerto es única y exclusivamente porque fui el abogado del señor Khalil Mussa”, asegura frente a la cámara. Mussa era un empresario textil de origen libanés, asesinado también en la capital, junto a su hija, hace un mes. Según Rosemberg, el crimen obedeció a las irregularidades en el Banrural, a cuya junta directiva pertenecía su cliente. “Un hombre de bien cae en el engaño y termina en medio de una lucha de poderes entre ladrones”, declara. Y sus asesinos, asegura, son los mismos que después irían tras él. También afirma tener pruebas de sus acusaciones, aunque estas no han salido a la luz.   

Colom ha rechazado categóricamente las acusaciones, pero el escándalo no cesa, en gran medida, porque Rosemberg era un prestigioso abogado que estudió en la Universidad de Harvard y fue vicedecano de la facultad de derecho de la Universidad jesuita Rafael Landívar. Por supuesto, volaron por los aires las promesas de unidad nacional que hizo el Presidente cuando fue elegido en 1997 como el primer líder de centro izquierda desde cuando Jacobo Arbenz fue despojado del poder por un golpe de Estado, en 1954.  

Las manifestaciones que tildan al mandatario de asesino y exigen su renuncia se han repetido en los últimos días, algunas organizadas espontáneamente mediante la red social Facebook. Pero también se han multiplicado las manifestaciones de apoyo, como las de centenares de alcaldes y gobernadores que en un acto público se alinearon con el mandatario. Colom, en entrevista con CNN , dijo que no piensa dimitir y que todo hace parte de un “plan de desestabilización”. En lo único en que coinciden todos los sectores es en reclamar una investigación independiente.

La situación, delicada en cualquier país, es una prueba de fuego en Guatemala, que apenas asoma la cabeza después de una guerra civil de 36 años que terminó en 1996. La gente todavía desconfía de las instituciones, y no les faltan motivos. El crimen organizado y el narcotráfico han infiltrado el poder y ni la Fiscalía ni el sistema judicial gozan de credibilidad. De ahí que la Comisión Internacional contra la impunidad en Guatemala (Cicig), una misión auspiciada por la ONU, haya escuchado las solicitudes y anunció que colaborará en la investigación. El FBI haría lo propio. En un país donde el 98% de los crímenes queda en la impunidad, este necesita con urgencia ser resuelto. ©PUBLICACIONES SEMANA

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