SIP, consternada por el asesinato de un empleado de radio hondureño

Actualizado
  • 15/04/2014 10:24
Creado
  • 15/04/2014 10:24
Su cadáver, que mostraba señales de apuñalamiento, fue hallado el pasado viernes en su vivienda de la ciudad de El Progreso

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) se mostró hoy consternada por el asesinato de Carlos Hilario Mejía Orellana, empleado de Radio Progreso, en Honduras, y pidió una investigación expedita que lleve a los autores ante la Justicia.

Mejía Orellana, de 35 años, trabajaba desde hacía 13 años en Radio Progreso, emisora de la Compañía de Jesús, en el departamento de venta de publicidad.

Su cadáver, que mostraba señales de apuñalamiento, fue hallado el pasado viernes en su vivienda de la ciudad de El Progreso, departamento de Yoro, en el norte de Honduras.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) había otorgado medidas de protección desde 2009 a Mejía Orellana y a otros integrantes del grupo Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación de la emisora, después de que denunciaran ser blanco de amenazas de muerte.

El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Claudio Paolillo, instó a la Policía a que "no descarte ninguna hipótesis, debido a las acciones adoptadas por la CIDH".

Por otra parte, la SIP se hizo eco del reclamo de la organización haitiana de prensa SOS Journalistes, que denunció que el Consejo Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) amenazó con represalias a los medios que publiquen información considerada falsa o difamatoria.

Esta posibilidad -que podría aplicarse contra Radio Zenith, por informaciones relativas a las autoridades gubernamentales y policiales- está basada en una "orden ejecutiva adoptada en 1977 durante el mandato del exdictador Jean-Claude Duvalier".

Paolillo, director del semanario uruguayo Búsqueda, destacó que el "Gobierno haitiano no debe asumir actitudes autoritarias, configurándose como juez y parte, ya que una supuesta difamación debe analizarse bajo el prisma de la Justicia ordinaria".

Tanto la SIP como SOS Journalistes coinciden en que decretos de este tipo son "retrógrados sobre principios de libertad de expresión y derechos humanos, al brindar blindaje y privilegios especiales para los funcionarios públicos".

La SIP es una entidad sin fines de lucro dedicada a la defensa y promoción de la libertad de prensa y de expresión en las Américas. Está compuesta por más de 1.300 publicaciones del hemisferio occidental y tiene sede en Miami (Estados Unidos).

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