Brasil endurece medidas contra huelguistas para asegurar metro en Mundial

  • 09/06/2014 15:18
El metro es el principal medio de transporte para acceder al estadio Arena Corinthians

El Gobierno del estado brasileño de Sao Paulo endureció hoy su posición frente a los empleados del metro de la mayor urbe del país, que completaron cinco días de huelga, para obligarlos a volver a trabajar antes del jueves, cuando esa ciudad será palco del partido inaugural del Mundial de Fútbol Brasil 2014.

Además de negarse a atender las nuevas reivindicaciones del sindicato que representa a los empleados del Metro de Sao Paulo, el Gobierno regional anunció el despido de 42 huelguistas, amenazó con nuevos despidos si no normalizan las actividades y autorizó a la Policía a dispersar con gases lacrimógenos un grupo de manifestantes que intentaba impedir el acceso a una estación.

El metro es el principal medio de transporte para acceder al estadio Arena Corinthians y las autoridades calculan que será utilizado por unos 50.000 aficionados que tienen entradas para el partido del jueves entre Brasil y Croacia.

El gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, justificó el endurecimiento de su posición en la decisión del pasado domingo del Tribunal Regional de Trabajo, que declaró la huelga ilegal por considerarla "abusiva" y determinó que el sindicato pague una multa de 500.000 reales (unos 222.120 dólares) diarios en caso de que mantenga la paralización.

Según el gobernador, la decisión judicial permite despedir "por justa causa" a huelguistas contra los que se tienen pruebas de que participaron en actos vandálicos.

El secretario de Transportes regional, Jurandir Fernandes, dijo que el Gobierno despidió a 42 empleados y está analizando el despido de otros 13, tras las versiones iniciales de que 60 habían sido destituidos.

El mismo tribunal, en una audiencia de conciliación, también determinó que el Metro de Sao Paulo conceda un aumento salarial del 8,7 % a sus empleados, frente al 12,2 % que reclamaban los huelguistas, por lo que dejó sin argumentos al sindicato que defendía la huelga.

La amenaza del gobernador de realizar más despidos parece haber hecho efecto en parte de los empleados debido a que al final de la tarde del lunes la huelga sólo era parcial en dos de las cinco líneas de metro de la ciudad y gran parte había vuelto a sus puestos de trabajo.

De este modo, pese a que en la mañana tan sólo estaban abiertas la mitad de las 65 estaciones del metro, al final de la tarde 51 estaciones ya estaban funcionando.

Ante la decisión judicial, el ministro de Deportes de Brasil, Aldo Rebelo, dijo creer que los empleados del Metro de Sao Paulo se reincorporarían a sus puestos antes del inicio del Mundial.

"Creo que la tendencia es el cumplimiento de la decisión judicial", afirmó Rebelo, un dirigente del Partido Comunista de Brasil que admitió no recordar una huelga en la que los trabajadores hayan "persistido" en desafiar una decisión judicial.

Preguntado sobre una posible alternativa de transporte durante el Mundial en caso de que los trabajadores de metro decidan mantener la paralización, Rebelo se limitó a señalar el fallo judicial.

El sindicato, sin embargo, dijo que recomendará a los empleados del metro a que mantengan la huelga, al menos, hasta que el Gobierno regional revise su decisión de despedir huelguistas.

En ese sentido, Alckmin descartó revisar la decisión y exigió el inmediato regreso de los empleados a sus puestos de trabajo.

"Podíamos haber llegado a un acuerdo hoy mismo si los despidos hubiesen sido negociados", afirmó el presidente del Sindicato de los Operadores de Metro, Altino Melo dos Prazeres, tras el fracaso de la reunión de tres horas con representantes de la gobernación.

El superintendente del Ministerio de Trabajo en Sao Paulo, Luiz Antonio de Medeiros, que actuó como intermediario en la reunión, afirmó que la dirección del metro llegó a aceptar la recontratación de los 42 despedidos, pero fue desautorizada por el gobernador en medio de las negociaciones.

"El gobernador dijo que no para decepción general", afirmó.

Dos Prazeres negó que la huelga tenga motivaciones políticas o pretenda afectar el Mundial. "Estamos a tres días del Mundial. El sindicato no tiene la intención de perjudicar el Mundial. La huelga era por reivindicaciones laborales y ahora está centrada en los despidos", afirmó.

Con la inminencia del Mundial, varios sindicatos presionan por sus reivindicaciones laborales mediante huelgas y protestas, en tanto que algunos grupos sociales realizan diferentes actos para manifestar su oposición a la organización del evento deportivo por los altos gastos del Gobierno en el mismo.

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