Proliferan las aplicaciones de transporte para mujeres en Argentina

Actualizado
  • 21/01/2019 13:58
Creado
  • 21/01/2019 13:58
Existen dos proyectos argentinos que han dado un paso al frente para ofrecer a las pasajeras un entorno más cómodo para sus trayectos

En pleno 'boom' de aplicaciones de transporte como Uber o Cabify, en Argentina empiezan a proliferar alternativas similares solo con conductoras para reforzar la seguridad y confort de las pasajeras, que en muchos casos se sienten incómodas cuando el que está al volante es un hombre.

El motivo de su preocupación está justificado: En 2018, medios locales se hicieron eco de una denuncia de una pasajera a un conductor de Uber por violarla, otra denunció que la agredieron, una tercera que la drogaron con "burundanga" y otro grupo de chicas compartieron en Twitter su experiencia con un chófer que les sacó fotos y las grabó sin su consentimiento.

En este contexto, existen dos proyectos argentinos que han dado un paso al frente para ofrecer a las pasajeras un entorno más cómodo para sus trayectos.

La aplicación pionera a nivel nacional es She Taxi, plataforma creada en 2016 por la taxista María Eva Juncos en la ciudad de Rosario, que ofrece la posibilidad de pedir hasta 130 taxis en la ciudad manejados por mujeres. Aunque She Taxi permite que los usuarios de la "app" sean tanto hombres como mujeres, las segundas representan el 90 % de la clientela de las taxistas registradas.

María Eva Juncos relata a Efe que antes, cuando las chicas subían a su taxi y se percataban de que era una mujer, era una "alegría total" para ellas y enseguida le pedían el número de teléfono.

"Llegaba un momento en el que tenía en el teléfono veinte llamadas para la misma hora en diferentes lugares", comenta.

Juncos creó la aplicación como una herramienta gratuita y sin ánimo de lucro y más adelante se expandió a Córdoba y Santa Fe, pero tuvo que cerrar en estas dos ciudades por falta de taxistas mujeres, por lo que actualmente solo opera en Rosario.

Mientras tanto, en Buenos Aires planea su desembarque SaraLT, una aplicación similar a Cabify pero de uso exclusivo para mujeres y niños y solo con chóferes femeninas.

Aunque la plataforma aún no está activa y planea comenzar a funcionar en la capital argentina el 7 de febrero, ya cuenta con 1,200 conductoras registradas y unas 27,000 descargas por parte de futuras usuarias que "no se sienten seguras a la hora de viajar", según afirma a Efe Felipe Martínez, director regional de la aplicación.

"Lo vemos en la tele todo el tiempo, sucede en la calle, pasa en los trenes, pasa en los colectivos... No todos los hombres son así pero hay muchos que se pasan de palabras, la mujer siente un poco más de desconfianza", relata Martínez.

Incluso el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires se sumó a esta corriente, al introducir este año 2,000 nuevas taxistas para reducir la "brecha de género" en el sector e incorporar en su aplicación BA Taxi la opción de elegir una taxista mujer sólo para usuarias, "porque ellas realizan casi el 70% de los viajes".

Todas estas medidas buscan evitar situaciones como las que han vivido algunas de las clientas de María Eva Juncos.

"Hay taxistas que, según me comentan ellas, hacen comentarios muy fuera de lugar, como por ejemplo pedirles el número de teléfono, decirles 'vamos a salir' o demorarlas para bajar", asegura.

Del mismo modo, considera que tiene amigos taxistas que son "señores profesionales" y también se ven "perjudicados" por la situación, ya que algunas pasajeras le explican que tienen miedo cuando ellos toman un atajo por un parque a las dos de la mañana o ponen "las trabas" (pestillos) del coche cuando entran, aunque ella aclara que es por un tema de seguridad.

Una de las profesionales registradas para convertirse en chófer de SaraLT es María Carolina Roldán, que compaginará su trabajo en Cabify con el de esta nueva plataforma porque cree que va a ser un "golazo" por la "necesidad de seguridad" de las mujeres.

Como madre, Roldán también valora el servicio de transporte para niños y niñas que ofrece SaraLT, ya que por tema de horarios a veces no puede pasar a buscar a su hija al colegio y entiende que si va una mujer da "más seguridad a la clienta femenina".

Estas nuevas aplicaciones no están exentas de críticas de personas que consideran que no es justo que las mujeres cuenten con un servicio de transporte exclusivo.

"El otro día escuché un comentario de alguien que decía: '¿O sea que ahora todos los delincuentes tienen pene?' Sabemos que no es así, pero hay ciertas situaciones en que las mujeres se sienten incómodas", subraya Felipe Martínez.

Para Juncos, lo que no es "justo" es que las mujeres tengan que estar pagando en SaraLT "para estar seguras" cuando ya pagan por seguridad ciudadana.

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