Afrobolivianos, un pueblo que lucha por mantener su visibilidad en Bolivia

Actualizado
  • 24/09/2019 07:00
Creado
  • 24/09/2019 07:00
El pueblo afroboliviano se ha reivindicado a lo largo de los años a través de sus expresiones culturales, en especial la saya, una danza que combina música y poesía en sus letras

El 23 de septiembre se celebra en Bolivia el Día Nacional del Pueblo y la Cultura Afroboliviana, un homenaje a una comunidad que en la última década ha visto aumentada su presencia pública y ha logrado incluso introducir a algunos de sus miembros en órganos políticos.

"Tenemos cuatro asambleístas nacionales, hemos tenido un defensor del pueblo y ahora tenemos un viceministro", resaltó Juan Carlos Ballivián, afroboliviano y viceministro de Interculturalidad en Bolivia desde abril de este año, durante el acto central de conmemoración de este día en La Paz.

El proceso constituyente que vivió Bolivia entre 2006 y 2009 equiparó al pueblo afroboliviano con las naciones indígenas originarias del país, lo que contribuyó a la visibilidad de esta comunidad más allá de las expresiones culturales con las que se le identificaba históricamente.

Hoy los afrobolivianos "tienen una presencia en el Estado, no solo social", según Ballivián, un logro que queda certificado "con dos normas específicas: la que declara nuestro día nacional y la que refrenda el decenio internacional de los afrodescendientes".

"El estigma histórico siempre ha sido que somos buenos bailando y en el fútbol. No digo que esté mal, porque tenemos esas potencialidades, pero también tenemos otras", añadió.

El pueblo afroboliviano se ha reivindicado a lo largo de los años a través de sus expresiones culturales, en especial la saya, una danza que combina música y poesía en sus letras.

El Día Nacional del Pueblo y la Cultura Afroboliviana quiere ahora ampliar ese espectro y "reconocer todos los aportes de los afrodescendientes a la cultura boliviana", según Ballivián.

El acto de este lunes en la sede del Ministerio de Culturas de Bolivia rindió tributo al trabajo de diferentes creadores que han dirigido su obra a la promoción y difusión de la cultura afroboliviana.

Entre ellos, Juan Angola Maconde, que con tratados como "Raíces de un pueblo, cultura afroboliviana" (2000) o "Las huellas de nuestra historia" (2007) está considerado como el principal historiador afroboliviano.

"Las aportaciones de los afrobolivianos a la cultura del país son muy variadas: aportamos a la revolución industrial del nuevo mundo, fuimos clave en la revolución agrícola de Los Yungas", aseguró Angola a Efe, en referencia a la zona subtropical del país donde tienen una presencia relevante.

"El arroz que hoy comemos, por ejemplo, lo cultivaban los afroamericanos en Los Yungas hasta le década de los 50. También el café, la caña: fue una revolución agrícola", añadió Angola, que además de historiador es economista.

"No solo somos bailadores de saya: se está comenzando a cerrar ese vacío de identidad que existía", afirmó el historiador.

Entre los principales desafíos que afronta su pueblo, Angola destacó uno por encima de todos: el racismo.

"Seguimos sufriendo atropellos y discriminación. En Bolivia todavía hay cierto sarcasmo y ciertas actitudes grotescas hacia nuestro pueblo", lamentó.

Los primeros africanos llegaron a Bolivia en el siglo XVI, posiblemente por las vías de Panamá-Perú y la de Buenos Aires, en calidad de mano de obra esclava a las minas de plata de Potosí.

La mayoría de los afrobolivianos se concentran actualmente en la región de Los Yungas, al noreste de La Paz, aunque también hay colonias importantes en Cochabamba y Santa Cruz.

En 2012, según un censo elaborado ese mismo año, la población afrodescendiente en Bolivia ascendía a 23.330 personas, un dato que con las proyecciones en 2019 superaría las 30.000.

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