Miedo, deserciones y más bombardeos

LIBIA. El ministro libio de Trabajo, Alami Manfor, ha abandonado el régimen de Muammar Gaddafi, una decisión que hizo pública en Ginebra, informó ayer, martes, un funcionario de la misión diplomática de Libia ante la sede europea de la ONU.

‘Puedo confirmar que el ministro Manfor ha renunciado a su cargo’, dijo a Efe un representante libio ante la ONU en Ginebra, adonde el titular llegó para participar en la 100 Conferencia Internacional del Trabajo.

Manfor se pronunció a favor de un ‘Estado democrático’ y dijo que Gaddafi logra mantenerse en el poder gracias a su control total del aparato estatal y, sobre todo, de las finanzas públicas.

En las últimas semanas, varios altos funcionarios han abandonado el régimen que dirige Libia desde hace más de cuarenta años, en ocasiones aprovechando algún viaje al extranjero, como ha ocurrido con Manfor.

A finales de febrero pasado, todos los diplomáticos de la misión de Libia en Ginebra dejaron de ser leales al régimen de Gaddafi, se proclamaron ‘representantes del pueblo libio’ y desde entonces trabajan bajo las instrucciones del CNT.

BOMBARDEOS DE LA OTAN

Aviones de la OTAN que volaron a baja altura lanzaron ayer, martes una serie implacable de casi 30 ataques diurnos sobre Trípoli, en una inusual ofensiva diurna que estremeció la capital libia y levantó columnas de humo sobre el complejo del líder Moamar Gadafi.

Los periodistas contaron por lo menos 27 ataques hasta media tarde y la televisión libia dijo que varias estructuras en el complejo de Gadafi resultaron seriamente dañadas.

Los ataques diurnos de la OTAN han sido infrecuentes y señalan una intensificación del esfuerzo de la alianza por desplazar a Gadafi del poder.

GADDAFI NO SE RINDE

El líder libio afirmó que no se ‘someterá’ pese a los intensos bombardeos de la OTAN y llamó al pueblo a la resistencia, en un mensaje a travéz de la televisión libia.

Gaddafi advirtió además a los países que participan de las operaciones militares en Libia que no podrán ‘jamás vencer a un pueblo en armas’.

Unos minutos después, nuevas explosiones sacudieron la capital libia.