Voto Brasileño

Detrás de cada voto que, en el día de hoy, emitirán en las urnas electrónicas 142 millones de electores brasileños, hay también millones de variadas razones. Pero unas pocas razones explicarán los resultados de las elecciones presidenciales donde 50 partidos políticos participan de la contienda que ha postulado a 26 mil candidatos a diferentes cargos.

Siendo Brasil la séptima potencia económica del mundo, padece una ‘recesión técnica’, un 6.5 % de inflación y un desempleo de 4.9%, cifras que constituyen los retos para el ganador. Pero las singularidades de algunas variables sociales, voto de la mujer, el voto religioso y el de la clase media, serán claves para entender el resultado.

La clave género no es poca cosa. Unas 8 mil mujeres figuran entre los 26 mil candidatos. Representan el 53 % del electorado y tres mujeres son candidatas presidenciales. Una es la actual presidenta Dilma Rousseff, quien aspira a la reelección por el Partido de los Trabajadores (PT) . Su principal rival es otra mujer, Marina Silva, candidata por el Partido Socialista de Brasil , que desde 1996 está junto al PT en alternancia en el Ejecutivo. La otra aspirante es Luciana Genro, por el PSOL de extrema izquierda.

El voto religioso es significativo pues Brasil es la nación con la población católica más grande del mundo. Según la encuestadora Ibope, los católicos representan el 71 del electorado, el 31 % son evangélicos.

El voto de la clase media es el voto ‘duro’ en estos comicios. Reclaman mejoras reales en educación, salud y transporte, protagonizaron las masivas protestas del 2013 y en su mayoría son jóvenes. En Brasil el voto es obligatorio para los mayores de 18 años, pero también es opcional para los jóvenes entre 16 y 17 años.

El voto de los pobres y negros, que viven mayoritariamente en el norte brasileño, aunque tienden a votar al PT y confían en el gobierno de Rousseff, demandan mayores políticas de inclusión social. Las incógnitas serán resueltas en solo horas.