La oposición turca busca impulsar las protestas contra el Gobierno

Actualizado
  • 26/08/2017 12:40
Creado
  • 26/08/2017 12:40
El Congreso, que durará hasta el miércoles, pretende dinamizar el debate político entre intelectuales y a la vez servir de experiencia práctica

Un Congreso por la Justicia, inaugurado hoy con miles de participantes en la región de los Dardanelos, busca denunciar las arbitrariedades que se cometen bajo el estado de emergencia y promover los movimientos opositores de Turquía.

La reunión, de cinco días de duración, ha sido organizada por el socialdemócrata Partido Republicano del Pueblo (CHP), pero pretende formar una plataforma mucho más amplia, explicó Bülent Tezcan, vicepresidente del CHP, la segunda fuerza del hemiciclo.

"El Congreso de Justicia es una continuación de la Marcha por la Justicia que hicimos en junio, al caminar 420 kilómetros de Ankara a Estambul", dijo Tezcan a Efe en una conversación telefónica.

Con aquella marcha, el CHP, normalmente dedicado al trabajo parlamentario, pidió por primera vez una movilización ciudadana en la calle, fuera de los mítines electorales.

En su discurso de inauguración de hoy, el líder del CHP, Kemal Kiliçdaroglu, reconoció que "la gota que colmó el vaso" fue la condena de uno de sus diputados, Enis Berberoglu, en junio pasado a 25 años de prisión por haber canalizado a la prensa imágenes policiales de un envío de armas a Siria que fue acompañado por agentes de los servicios secretos turcos.

La marcha de junio, que duró 25 días, cambió la imagen pública de Kiliçdaroglu, un antiguo funcionario de Hacienda hasta entonces considerado un dirigente honrado pero cauteloso y poco carismático.

El Congreso, que durará hasta el miércoles, pretende dinamizar el debate político entre intelectuales y a la vez servir de experiencia práctica, explicó Tezcan.

"No es un acto de partido; el CHP solo organiza este congreso, pero no usamos nuestro logo ni nuestras banderas; el lema es la palabra 'Justicia', como durante la marcha", subrayó el político.

"Es un gran encuentro para crear una amplia plataforma, tanto para expresar quejas como para encontrar soluciones. Durante la marcha no se pudo hablar mucho; esta vez toca hablar. Hemos invitado a expertos de máximo nivel para hablar de la justicia en los juzgados, la enseñanza, la religión, los asuntos sociales, la prensa...", añadió el vicepresidente del CHP.

En su discurso, Kiliçdaroglu trazó las consecuencias del estado de emergencia, decretado tras el fallido golpe de Estado del 15 de julio de 2016 y prorrogado desde entonces, algo que calificó de "golpe civil".

"Imagínese que usted da clase en una universidad y una mañana se levanta y le han quitado el cargo por decreto. Quiere recurrir, pero no hay cómo hacerlo, porque se ha prohibido ir a juicio. Hay que preguntar: ¿Es esto justicia?" dijo Kiliçdaroglu.

Aseguró que, según una reciente encuesta, solo un 19 por ciento de los turcos confían en obtener justicia si se ven envueltos en un caso legal, mientras que el 79 por ciento cree que "en este país no hay justicia".

Unos 600 académicos y profesores hablarán en los talleres del Congreso, en los que se esperan unos diez mil asistentes, y el partido ha acondicionado un espacio para hospedar a 7.000 personas en las colinas de Çanakkale, lugar del encuentro.

Se escogió esta ubicación, donde se conmemora cada año la batalla de Galípoli de 1915, porque "se ha convertido en un símbolo de respeto mutuo y de mensaje a favor de la paz", dijo Tezcan.

Pero además, "esa batalla es un ejemplo de defensa de la nación turca, sin diferenciar entre turcos, kurdos, laz, armenios... Todos acudieron al frente para defender la tierra que compartían, en una causa común", agregó.

También ahora, el CHP quiere crear un "movimiento conjunto para toda Turquía", que vaya más allá de las siglas del partido y pueda formar una plataforma para plantar cara al Gobierno en las próximas elecciones, previstas para 2019.

En los últimos diez años, el CHP no ha conseguido superar el 28 por ciento de los votos, mientras su rival, el partido islamista Justicia y Desarrollo (AKP), fundado en 2001 por el presidente, Recep Tayyip Erdogan, se ha movido entre el 39 y el 49 por ciento, lo que le ha granjeado casi siempre mayorías absolutas.

Pero los resultados del 51-52 por ciento tanto en las elecciones presidenciales que ganó Erdogan en 2014 como en el referéndum de abril pasado, que le transfirió todo el poder ejecutivo, muestran la profunda división de la sociedad turca ante la figura del presidente.

Aglutinar a la oposición a Erdogan en una amplia plataforma que vaya más allá de las siglas del CHP, identificado habitualmente con la élite burguesa y urbana, parece ser la finalidad tanto de la marcha como del actual congreso.

"Sin duda, la solución definitiva será política y tendrá que encontrarse en las urnas en 2019, en las próximas elecciones. Confiamos en que esta dinámica encuentre allí su respuesta", confirmó Tezcan a Efe

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