La UNESCO amplía su red de Ciudades Creativas con urbes de España y latinas

La UNESCO amplió hoy su red de Ciudades Creativas con la inclusión de 64 urbes, entre las que hay localidades de España, Brasil, Colombia, Ecuador, México, Bolivia, Chile y Panamá.

Esas 64 nuevas ciudades de 44 países elevan a 180 las ciudades que integran la red, la cual reconoce la creatividad de sus integrantes en distintos ámbitos: artesanía y artes populares, artes digitales, diseño, cine, gastronomía, literatura y música.

La española Terrassa (noreste) fue reconocida en el apartado de cine, tras una candidatura en la que presentó su apuesta por fomentar la creatividad de ese sector y por utilizarlo como vehículo de desarrollo de la economía local.

En la sección de gastronomía entraron la colombiana Buenaventura (oeste), Panamá, la boliviana Cochabamba (centro) y la brasileña Paraty (sureste), indicó la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en un comunicado.

México cuenta con Guadalajara(centro) en la sección de artes digitales y con Ciudad de México en la de diseño, donde también se estrena la brasileña Brasilia.

En artesanía y artes populares se seleccionaron la ecuatoriana Chordeleg (centro) y la brasileña João Pessoa (oeste), y en música se distinguió, entre otras, a la chilena Frutillar (centro).

"Estas nuevas incorporaciones demuestran una diversidad cada vez mayor en la tipología de las ciudades y un mejor equilibrio geográfico, puesto que han ingresado 19 ciudades de países que todavía no estaban representados", declaró la directora general, Irina Bokova.

Esta red, según recordó hoy la UNESCO, fue creada en 2004 "para poner la innovación y la creatividad en el corazón de las nuevas estrategias urbanas", con el objetivo de "lograr un desarrollo más sostenible e inclusivo".

Cada ciudad presenta su candidatura en la categoría que ella elija y para conseguir el reconocimiento debe quedar demostrado que en su política incluye esa apuesta por la cultura.

La UNESCO destacó que, más allá de las diferencias geográficas, demográficas o económicas, esas ciudades intercambian prácticas innovadoras para promover las industrias creativas, reforzar la participación en la vida cultural e integrar la cultura en las políticas de desarrollo urbano sostenible.