Matices de una nueva generación de profesionales en Latinoamérica

Actualizado
  • 18/06/2022 00:00
Creado
  • 18/06/2022 00:00
Los trabajos del futuro serán distintos a los que hemos conocido tradicionalmente, por ende, los niños y jóvenes tendrán que desarrollar nuevas destrezas
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Somos partícipes de un cambio en la forma como los estudiantes se capacitan y las expectativas con las que están llegando a ocupar los puestos de trabajo en el sector empresarial y productivo de la región.

Preocupación por el bienestar familiar, el futuro financiero a largo plazo, las perspectivas laborales, el cuidado del medio ambiente y un anhelo por viajar y conocer diferentes culturas, son aspectos que identifican una generación de personas que crece de forma hiperconectada, y con un deseo por modificar los modelos convencionales en la educación y en la forma de trabajar en una región desigual y mayoritariamente joven.

Según el Foro Económico Mundial1, el 65% de los niños que actualmente cursan la primaria trabajarán en empleos que aún no existen. Al mismo tiempo, muchos de los cargos actuales serán automatizados por tecnologías como la inteligencia artificial. El informe destaca además que más del 50% de todos los empleados actuales necesitarán volver a formarse a medida que continúe la adopción de la tecnología.

Frente a este panorama está claro que los trabajos del futuro serán distintos a los que hemos conocido tradicionalmente, por ende, los niños y jóvenes tendrán que desarrollar nuevas destrezas, ya que el mercado laboral priorizará las llamadas “habilidades del futuro”.

La tecnología está cambiando el tipo de conocimiento que las nuevas generaciones requieren para acceder a los empleos que se están creando. Los trabajos de mayor proyección serán aquellos que incluyan conocimientos en Inteligencia Artificial (IA), el manejo del Big Data y la aplicación digital.

El desarrollo del metaverso, un escenario virtual, pero a la vez real, en el que por medio de 'avatares' es posible interactuar con diferentes personas; adquirir bienes, asistir a conciertos y reuniones plantea la oportunidad de múltiples oportunidades laborales. Perfiles profesionales como los desarrolladores de ecosistemas de metaverso; ingenieros de hardware, ya que estos mundos no se basarán sólo en código; juegos y aplicaciones; ingenieros de software, que desarrollen la realidad aumentada y la realidad virtual, serán ampliamente demandados.

Bajo un nuevo escenario laboral

En su estudio “El Futuro del Trabajo”, el Foro Económico Mundial (FEM), estimó que como una consecuencia de la transformación que estamos viviendo en los próximos años se crearán 97 millones de nuevos empleos, como parte de un nuevo modelo que integre a personas, máquinas y algoritmos.

De acuerdo con el ranking de habilidades más importantes para los trabajadores realizado por UBITS en 2021, las competencias con mayor demanda en Latinoamérica serán: adaptación al cambio (55%), análisis de datos (48.3%), liderazgo (45.0%), creatividad e innovación (41.2%) y comunicación (37.9%).

Los profesionales de carreras relacionadas con la ingeniería y la tecnología ocupan un lugar cada vez más estratégico para el desarrollo de todo tipo de emprendimiento. Esto se debe en gran medida, porque actualmente, se hace necesario la aplicación e innovación en recursos tecnológicos; por esto, cada vez más organizaciones están requiriendo dentro de su estructura la contratación de este tipo de talentos.

Los 'soft skills', son una mezcla de competencias sociales, atributos personales y capacidades, que le permitirán a ese nuevo profesional desempeñarse en su trabajo de manera efectiva. Se caracterizan porque están más relacionadas con aspectos emocionales y en cómo se desenvuelve el profesional dentro de una organización con otras personas, donde necesariamente entran en juego habilidades comunicativas, la adaptabilidad a diferentes situaciones y entornos.

Las habilidades que serán más demandas por parte de las empresas en el futuro cercano serán:1. Pensamiento crítico: La solución de problemas es la esencia de muchos de los puestos de trabajo que están por crearse. Contar con esta habilidad significa tener una visión única y tener la capacidad, no sólo para la resolución de conflictos, sino para transformar las diferentes situaciones en acciones eficientes.

2.Inteligencia social: La capacidad para relacionarse con los colaboradores, jefes, clientes y proveedores de manera asertiva, que posibilite las interacciones eficientes y enfocadas en el cumplimento de objetivos específicos permitirá a las organizaciones ser eficientes en un mercado competido.

3.Trabajo colaborativo: La tecnología promovió la implementación de modelos laborales remotos o híbridos, en donde cada colaborador depende en gran medida, de la forma como cada persona se compenetra. Esta articulación, no depende sólo del uso de herramienta, sino de la forma como cada individuo se autogestiona, integra y aporta para la obtención de un mismo objetivo.

4. Enfoque sostenible: El incremento de una conciencia ambiental por parte de las personas y el consumidor final están motivando un cambio en la forma como las empresas interactúan con su entorno. La sostenibilidad ambiental o la economía verde son modelos que las industrias implementarán con mayor decisión y tener dentro del equipo a personas con un pensamiento inspirado en estos factores ayudará al cumplimiento de sus compromisos.

5. Creatividad: La innovación y la resiliencia serán destrezas fundamentales en los equipos de trabajo de las empresas durante la década siguiente. Abordar los problemas desde ópticas diferentes, alejadas de los marcos convencionales supondrá la formulación de soluciones que atiendan ese mismo cambio en la forma de ver y entender la vida.

Una región 'adolescente' y desigual

Para el 2021, la población estimada en América Latina y el Caribe era de aproximadamente 667 millones de habitantes, casi el doble de la población registrada en 1975, cuando había 316 millones de personas, de acuerdo con la información la Cepal y según el último informe de la Organización Panamericana de la Salud, (OPS) la población joven (entre 10 a 24 años) supera los 166 millones de habitantes.

Sin embargo, los desafíos para este sector de la población mayoritario no son menores. Hay 9,4 millones de jóvenes desempleados, 23 millones no estudian ni trabajan, y más de 30 millones sólo consiguen empleo en condiciones de informalidad. La tasa de participación laboral de los jóvenes en el 2020 fue de 48,7%. Esto significa que en la actualidad hay más de 52 millones de personas entre 15 y 24 años en la fuerza de trabajo regional, incluyendo los ocupados y aquellos que están desocupados, pero buscan activamente un empleo, según el más reciente informe entregado dado a conocer por Vinícius Pinheiro, director Dirección regional para América Latina y el Caribe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Según el estudio Ciberseguridad: Riesgos, avances y el camino a seguir en América Latina y El Caribe realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en asocio con la Organización de Estados Americanos (OEA), destacó que “El factor humano es un elemento fundamental en cualquier estrategia de ciberseguridad, pero se hace necesario avanzar en el desarrollo de una oferta estudios especializados de grado y posgrado en Tecnologías de la Información (TI) y Ciberseguridad, con énfasis en el desarrollo de las capacidades necesario para una formación técnica de calidad, por lo que se requiere avanzar en el desarrollo de programas multidisciplinarios que permitan la formación de profesionales integrales”.

Radiografía poblacional

La Generación Z, nacidos entre 1994 y 2010, conocidos como centennials son los adolescentes que nacieron a finales de la década de 1990 hasta inicios de 2000. De este modo, se puede decir que su edad ronda los 20 años. El uso de las redes sociales y los youtubers son parte de sus canales preferidos para comunicarse, relacionarse y promover su actividad comercial.

Los millennials, jóvenes nacidos a partir de la década de los 80 tienen cierta reputación por gastar su dinero de manera imprudente en viajes y entretenimiento, antes que enfocarse en la compra de una propiedad para asentarse formalmente. Se caracterizan por mostrarse menos preocupados por ahorrar, son digitales, hiperconectados y con altos valores sociales y éticos.

En este sentido la encuesta Global 2022 Gen Z y Millennial realizada por Deloitte2, identificó que estas dos generaciones están cansadas de ser resilientes, quieren apoyo y un cambio genuino. La encuesta resaltó que están profundamente preocupadas por el estado del mundo y se esfuerza por equilibrar los desafíos de su vida cotidiana con su deseo de impulsar el cambio social; además tienen intranquilidad por sus finanzas personales, mientras que adelantan esfuerzos para promover acciones ambientalmente sostenibles.

Ambos están comprometidos con sus valores y creencias. El concepto de empresa social está cada vez más vigente y esperan que las diferentes organizaciones promuevan un cambio en el modelo tradicional, en donde los individuos, el bienestar, la diversidad, la inclusión y la sostenibilidad ambiental están por encima de cualquier otro interés del negocio.

Las cinco principales preocupaciones de Generación Z son: Costo de la vida (29%), Cambio climático (24%), Desempleo (20%), Salud mental (19%) y Acoso sexual (17%); por su parte, a los millennials les inquieta: Costo de la vida (36%), Cambio climático (25%), Cuidado de la salud/prevención de enfermedades (21%), Desempleo (20%) y Crimen/seguridad personal (18%).

La transformación digital promueve la adaptación de las carreras profesionales y técnicas para atender un mercado laboral que apuesta por las habilidades tecnológicas para dar abasto a un mundo hiperconectado, que cuenta con 62.5% de su población mundial (7.910 millones de personas) con una conexión a internet y que hace de las soluciones digitales una herramienta fundamental para el cumplimiento de las tareas empresarial, productivas y educativas.

Jamez Hernández, presidente y cofundador de Trust Corporate.

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