‘Era absurdo que Panamá estuviera incluido’

  • 27/09/2025 00:00
El convenio fiscal firmado entre Panamá y Ecuador marca un punto de inflexión histórico: abre la puerta a inversión, empleo y un futuro tratado de libre comercio

El reciente acuerdo de transparencia tributaria entre Panamá y Ecuador no solo elimina una etiqueta que durante 17 años afectó la relación bilateral, sino que también inaugura un nuevo capítulo en la integración económica regional.

Así lo explicó Alvear Campodónico, presidente de la Cámara de Comercio de Ecuador, quien destacó que la firma responde a una necesidad técnica de transparencia fiscal y no a presiones políticas. “Esto es 100% un tema de transparencia. Dos países hermanos necesitaban claridad sobre los capitales que circulan y este convenio lo garantiza”, señaló.

La decisión, sin embargo, tiene un trasfondo político. Campodónico recordó que Panamá fue incluido en la lista ecuatoriana de paraísos fiscales durante el gobierno de Rafael Correa, con fines más electorales que técnicos. Esa medida, dijo, afectó durante casi dos décadas la relación económica bilateral, a pesar de que Panamá es el segundo socio comercial del Ecuador.

“Era absurdo que Panamá estuviera en esa lista mientras el comercio seguía creciendo. Solo tres países manteníamos esa posición: Venezuela, Perú y Ecuador. Finalmente se entendió que había que dar el paso”, apuntó.

Diplomacia y pragmatismo empresarial

El acuerdo fue posible gracias a gestiones diplomáticas y a la voluntad política de los actuales mandatarios, José Raúl Mulino en Panamá y Daniel Noboa en Ecuador, ambos con trayectoria empresarial.

Campodónico subrayó el rol del embajador panameño en Quito, Alfredo Montaner, a quien atribuyó un liderazgo clave en las negociaciones. “Él encabezó la presión diplomática, acompañado por la Cámara Ecuatoriano-Panameña, hasta lograr que se firmara el convenio. Era un clamor del sector privado de ambos países”, dijo.

Para el dirigente gremial, la coincidencia de presidentes con visión empresarial allanó el camino. “Entienden que la generación de empleo depende de un sector privado fortalecido. Para eso, había que eliminar barreras como la lista fiscal, que era un obstáculo reputacional”, afirmó.

La eliminación de Panamá de la lista permite, en palabras de Campodónico, abrir un puente que potencia comercio, turismo, inversión y, sobre todo, empleo. “Los empresarios ecuatorianos vendrán a invertir en Panamá y eso significa plazas de trabajo para los panameños. A su vez, la producción generada en Ecuador también tendrá un impacto positivo en nuestro país”, explicó.

Proyección hacia un tratado de libre comercio

El convenio tributario es apenas el primer paso. Desde la Cámara de Comercio, Campodónico impulsa que se convoquen mesas técnicas con todos los sectores productivos: bananeros, camaroneros, mineros, banca e industria.

“El siguiente objetivo es un tratado de libre comercio que permita aprovechar la posición geográfica de Ecuador y la conectividad global de Panamá. No podemos quedarnos solo en lo fiscal, porque en ese caso el único beneficiado será el Estado. El sector privado debe ver atractivo invertir”, recalcó.

De acuerdo con las proyecciones de la Cámara, las exportaciones bilaterales —que actualmente alcanzan los 6.386 millones de dólares— podrían crecer de forma sustancial hacia 2026 si se concreta el TLC.

Panamá, con sus 137 bancos internacionales, 17 tratados de libre comercio vigentes y la experiencia en zonas francas y logística global, representa para Ecuador una puerta no solo a un mercado de cuatro millones de personas, sino a Centroamérica y el Caribe, equivalentes a 50 millones de consumidores potenciales.

El fin de un estigma

Consultado sobre los riesgos en materia de confidencialidad financiera, Campodónico fue enfático: “Ninguno. Este acuerdo busca transparencia, no persecución. Acaba con el estigma de que Panamá era un destino para ocultar dinero o lavar activos”.

Ese estigma, dijo, fue sembrado con fines políticos internos en Ecuador y se arrastró injustamente durante años, limitando las oportunidades de inversión. “Hoy se abre una etapa distinta, respaldada por compromisos internacionales de Panamá con la OCDE y el GAFI, que lo han llevado a fortalecer sus políticas de transparencia”, añadió.

El dirigente recordó que Panamá ya superó sanciones y listas restrictivas derivadas de los Papeles de Panamá y los Papeles de Pandora. “El país cambió su estrategia y hoy está a punto de salir de las listas grises en Europa. La transparencia es ahora parte de su marca internacional”, afirmó.

Ganancia política y económica compartida

Más allá del discurso oficial, ¿cuál es la verdadera ganancia de este convenio? Campodónico lo resume en dos puntos:

1. Para Panamá, la eliminación del “muro reputacional” que frenaba a los inversionistas ecuatorianos. Esto le permite relanzar su portafolio de servicios globales.

2. Para Ecuador, la oportunidad de diversificar su comercio y proyectar su producción hacia mercados más amplios, utilizando a Panamá como plataforma financiera y logística.

“El impacto es doble: reputacional y económico. Si nuestras exportaciones representan casi el 5% del PIB nominal ecuatoriano y Panamá concentra el 18% de ese total, hablamos de un socio estratégico. Un aliado al que debemos cuidar”, puntualizó.

Un futuro de integración regional

Campodónico concluyó con una reflexión sobre el papel de la empresa privada en la generación de empleo y bienestar: “Hay que cambiar el chip. No podemos seguir dependiendo de subsidios ni del Estado como único generador de plazas laborales. El empleo lo crea la empresa privada, y acuerdos como este son el camino para que eso ocurra”.

Para el presidente de la Cámara de Comercio de Ecuador, el convenio firmado es más que un gesto diplomático: es un paso decisivo hacia una integración regional basada en la transparencia, la confianza y el crecimiento económico compartido.

“Es un ganar-ganar. Lo que se firmó no es solo un acuerdo fiscal; es un puente hacia el futuro de las relaciones entre Panamá y Ecuador”, concluyó.

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