‘Obama cede al juego de dictadores brutales’, Ted Cruz

Actualizado
  • 19/12/2014 01:00
Creado
  • 19/12/2014 01:00
El giro en la política de Barack Obama hacia la isla caribeña ha encendido de nuevo el debate entre los republicanos

La sorprendente jugada del presidente Barack Obama para restaurar las relaciones con Cuba reavivó las pasiones políticas latentes desde hacía mucho tiempo sobre el destino de la nación isleña, lo que refuerza otra diferencia más entre la demócrata Hillary Clinton y varios republicanos que contemplan competir por la Casa Blanca.

Sin embargo, incluso en Florida, el estado oscilante más importante de la nación, esas distinciones no importarán tanto como alguna vez lo hicieron entre un electorado cada vez más diverso de votantes hispanos y jóvenes cubano-estadounidenses, muchos de los cuales no comparten el mismo fervor para deponer a los hermanos Castro como sus padres y abuelos.

Entre los posibles candidatos republicanos a la presidencia, el senador de Florida Marco Rubio lideró el miércoles los ataques contra los planes de Obama de aliviar las restricciones económicas y de viajes a Cuba, de abrir una embajada en La Habana y revisar la designación del país comunista como un estado patrocinador del terrorismo.

Rubio y otros calificaron la decisión de un apaciguamiento hacia el régimen de Castro y criticaron la liberación de espías cubanos como parte del trato. ‘Cuando Estados Unidos no está dispuesto a abogar por la libertad individual y la libertad de expresión política a 90 millas de nuestras costas, esto representa un terrible revés para las esperanzas de todos los pueblos oprimidos del mundo’, manifestó Rubio, hijo de exiliados cubanos.

El ex gobernador de Florida Jeb Bush _quien esta semana anunció que explorará activamente su posible postulación a la candidatura republicana a la presidencia y quien recientemente reafirmó su apoyo al embargo comercial de Estados Unidos contra Cuba_ señaló que la decisión de Obama socava los esfuerzos para crear una Cuba libre y democrática. Acusó a Obama de recompensar a dictadores ‘con un récord desastroso en derechos humanos’.

El gobernador de Wisconsin, Scott Walker, alegó que Cuba no había hecho suficientes cambios internos para justificar un cambio en la política de Estados Unidos.

El senador por Texas Ted Cruz dijo que el gobierno de Obama estaba ‘cediendo al juego de dictadores brutales cuyo único objetivo es mantenerse en el poder’.

Los senadores John McCain y Lindsey Graham, candidato presidencial del Partido Republicano en 2008 y una posible precandidata en 2016 respectivamente, indicaron que las medidas de Obama podrían afectar las relaciones con Irán y que eran un presagio de que vendrá un ‘capítulo más perjudicial para la seguridad nacional de Estados Unidos’.

Esa oposición estridente a cualquier acuerdo con el régimen de los Castro encaja con décadas de política republicana y con los esfuerzos para desarrollar un electorado fiel entre los exiliados cubanos del sur de Florida.

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