Un buen estudiante, tranquilo y algo introvertido, que fue monaguillo y empleado en un supermercado antes de alcanzar la fama. Esos son algunos retazos...
- 04/10/2013 02:00
El hecho de que el discurso del presidente Barack Obama ante la Asamblea General de las Naciones Unidas no mencionara a ningún país latinoamericano fue un gran error, pero no debería sorprendernos.
El Secretario de Estado, John Kerry, bien podría cambiar el nombre de su cargo a ‘Secretario de Medio Oriente’, porque es ahí donde parece pasar todo su tiempo. Claro que si por algún milagro Kerry logra un acuerdo de paz entre palestinos e israelíes, retiro lo dicho y rezaré para que nadie recuerde estas líneas.
El discurso de Obama del 24 de septiembre en la ONU estuvo totalmente dedicado al Medio Oriente y el norte de África. Solo mencionó tangencialmente a América Latina cuando dijo que: ‘desde África a las Américas’ las democracias han demostrado ser más eficaces que las dictaduras, y que ‘lo mismo sucederá en el mundo árabe’.
En el pasado, los discursos de los recientes presidentes estadounidenses ante la Asamblea General de la ONU solían hacer alguna referencia a sus planes regionales de comercio o inversiones en Latinoamérica. Pero Obama, a diferencia de sus tres últimos antecesores, no ha propuesto ninguna iniciativa regional para aumentar las relaciones económicas con América Latina.
Obama ha iniciado negociaciones para crear una Asociación Trans-Pacífica de libre comercio e inversiones con varios países en su gran mayoría de Asia, y una Asociación Trans-Atlántica similar con Europa, pero no ha propuesto ninguna Asociación Trans-Americana con América Latina. México le ha pedido a Obama formar parte de la propuesta Asociación Trans-Atlántica, pero la respuesta de Washington ha oscilado entre ‘no’ y ‘más adelante’.
La iniciativa regional más ambiciosa de Obama en Latinoamérica es el programa de ‘La fuerza de 100,000 en las Américas’, destinada a aumentar a 100,000 el número de estudiantes latinoamericanos en las universidades de EEUU, y el de estudiantes de EEUU en América Latina.
No obstante, hay que reconocer que Obama ha realizado seis viajes a la región, y que recientemente le ha solicitado al vicepresidente Joe Biden, una figura clave, que le lleve la relación con América Latina. Y también es cierto que Obama ha tenido que lidiar con varios presidentes narcisista-leninistas en la región que han llevado a niveles insólitos la vieja práctica de culpar a Estados Unidos de todos los males de sus países, casi todos provocados por sus pésimos gobiernos.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusa a diario a Estados Unidos y sus aliados por la tasa de inflación del 45 por ciento del país, y hasta de querer asesinarlo, sin jamás presentar prueba alguna de sus denuncias. Lo triste es que debido a que estos líderes populistas autoritarios son los que más salen en las noticias, muchos legisladores y empresarios estadounidenses ven a toda Latinoamérica como una región gobernada por payasos.
Aunque, los funcionarios de la Casa Blanca y el Departamento de Estado siguen afirmando públicamente que América Latina es el continente del futuro, pero muchos muestran señales de una creciente ‘fatiga Latinoamericana’.
Mi opinión: EEUU no debe darle la espalda a Latinoamérica. Por el contrario, la década de los líderes populistas autoritarios que se beneficiaron de los altos precios de las materias primas está llegando a su fin —los populismos sólo funcionan cuando hay dinero para regalar— y una nueva generación de dirigentes más responsables están cada vez más cerca de ganar elecciones.
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