Así lo confirmó el viceminsitro de Finanzas, Fausto Fernández, a La Estrella de Panamá
- 22/12/2009 01:00
MÉXICO. La Ciudad de México aprobó ayer el matrimonio homosexual, convirtiéndose en el primer lugar de América Latina en permitir estas bodas, una decisión que motivó el júbilo de la comunidad gay cuyos miembros festejaron con banderas arcoiris afuera del recinto legislativo.
Con 39 votos a favor, 20 en contra y cinco abstenciones, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobó en lo general la ley que permite casarse a parejas homosexuales.
Los legisladores también eliminaron una contrapropuesta que impedía a las parejas homosexuales adoptar hijos.
“Durante siglos leyes injustas prohibieron los matrimonios entre blancos y negros o indios y europeos, se prohibió el amor extranjero (...) hoy todas esas barreras han desaparecido”, dijo el diputado Víctor Romo, del Partido de la Revolución Democrática (PRD, izquierda).
Dirigentes del PRD, que gobierna la capital desde 1997 y que tiene una amplia mayoría en el legislativo local con 42 de los 66 escaños, se habían comprometido con la aprobación de la iniciativa, cuestionada por el conservador Partido de Acción Nacional (PAN) y los jerarcas de la iglesia Católica.
“Hay que festejar. Es una avance social y cultural que viene a refrendar una deuda histórica que hay con la comunidad gay”, dijo a la AFP Antonio Medina, activista de la comunidad gay y coordinador de información de Notiese , una agencia especializada en informaciones sobre los derechos sexuales.
“Esperamos que los conservadores no logren revertirla con una demanda ante la Suprema Corte de Justicia”, añadió.
Algunas de las parejas homosexuales que esperaban la decisión en las escalinatas de la sede legislativa festejaron la aprobación dándose besos.
En el debate previo a la votación, el PAN intentó suspender la sesión por considerar que la ley tiene “grandes deficiencias jurídicas”.
“Es una patraña del PRD con fines electoreros que esconde un abuso y una burla a la comunidad gay”, señaló el PAN, al que pertenece el presidente Felipe Calderón.
Según los legisladores panistas la aprobación de este tipo de uniones sólo en la capital no significará sin embargo que estas tengan efectos en ámbitos como la seguridad social.
La Iglesia Católica lamentó la aprobación de la iniciativa aunque recordó que no se trata de una condena a “las personas, sino a los actos homosexuales y la iniciativa de matrimonio entre el mismo sexo”, según señaló el portavoz de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar.