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- 04/03/2016 01:00
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El fiscal general ante la Cámara del Crimen de Argentina, Ricardo Sáenz, pidió públicamente investigar el rol que jugó en el deceso de su colega Alberto Nisman el técnico informático Diego Lagomarsino, propietario del arma que lo mató, en enero de 2015.
‘Pedí que a Lagomarsino se le impute por todas las hipótesis. Creo hay que investigarlo', dijo a radio Continental Sáenz, una semana después de convertirse en el primer funcionario judicial en sostener que Nisman fue víctima de un homicidio.
‘La jueza (Fabiana Palmaghini) y la fiscal (Viviana Fein) están llevando a cabo una ficción en la que solo se le imputó a Lagomarsino por la entrega del arma', dijo el fiscal.
Sáenz destacó que muchos testigos consideran inverosímil que Nisman le pidiera a su colaborador un arma para proteger a sus hijas, tal y como sostiene Lagomarsino.
El fiscal aplaudió la decisión de la jueza Palmaghini de ceder la causa a la Justicia Federal ya que, a su juicio, ‘es la que tiene la competencia más amplia para conocer y dilucidar cuál de todas las hipótesis implicadas resulta finalmente aplicable al hecho'.
La jueza se declaró incompetente para seguir al frente de la causa tras la declaración del exjefe de Operaciones de los servicios de inteligencia argentinos Antonio ‘Jaime' Stiuso, el pasado lunes.
Stiuso, quien colaboraba con Nisman en el marco de la investigación sobre el atentado contra la mutual judía AMIA (que dejó 85 muertos en 1994), declaró que al fiscal ‘lo mató un grupo relacionado' con el anterior Gobierno, presidido por Cristina Fernández.
Sobre Stiuso, apartado de su cargo en diciembre de 2014, también pesan acusaciones de presunto lavado de dinero, contrabando y enriquecimiento ilícito.