Ausencias y reuniones bilaterales en la cumbre de los países del Caribe

La cumbre de jefes de Estado de los países y territorios de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), en la ciudad de Montería, Colombia, se caracterizó por la ausencia de su anfitrión, el presidente de Colombia Gustavo Petro.

El presidente Petro canceló su participación en la cumbre de la AEC por “razones de fuerza mayor”, informó la canciller del país suramericano, Laura Sarabia.

La agencia de noticia EFE recogió parte de sus palabras durante la inauguración de la cumbre del grupo, conformado por 25 Estados miembros, incluyendo Panamá, y siete miembros asociados.

“Me gustaría aprovechar para excusar al presidente Gustavo Petro que, por razones de fuerza mayor, no nos pudo acompañar”, reseñó EFE de las declaraciones de la canciller colombiana.

“No se pudo desplazar de la ciudad de Bogotá hacia acá. Pero su corazón y su sentimiento caribeño siempre nos acompañan”, añadió la ministra, que luego leyó un discurso que el mandatario iba a dar en la instalación de la cumbre, en la que también participó el presidente de Panamá, José Raúl Mulino.

El presidente Mulino en su discurso hizo referencia a los retos que enfrenta la región en cuanto a los problemas climáticos. “El año pasado, Latinoamérica estuvo marcada por fenómenos climáticos extremos. Nuestro principal activo, el Canal, no se escapó a estas adversidades y su operación se vio fuertemente afectada, y generó menos recursos en un país que necesita fuertes inversiones en el área de infraestructura”.

Mulino aseguró que hay que continuar potenciando el Centro Logístico Humanitario que se encuentra en Panamá, que ha prestado atención a los afectados por catástrofes climatológicas en forma oportuna.

Agregó que el desarrollo de los países debe estar en sintonía con el uso de los recursos naturales. La preservación de la biodiversidad, la pesca responsable y la energía renovable son ejemplos de un verdadero desarrollo sustentable. “Continuaremos fomentando el cuidado y la conservación ambiental, participaremos en los foros internacionales donde se atenderán estas materias y elevaremos nuestras voces por un Caribe más resiliente, justo y sostenible”, recalcó el mandatario.

También afirmó que Panamá mantendrá el apoyo a la migración ordenada, respetando los derechos humanos de las personas desplazadas. Pidió construir una agenda común del “gran” Caribe basada en un equilibrio entre la seguridad ciudadana y la solidaridad hacia los “sectores postergados”.

Previo a la cumbre, en la noche del jueves, Panamá recibió la presidencia pro tempore de la AEC en un acto realizado en Cartagena de Indias, también en el caribe colombiano.

“Durante este periodo Panamá centrará sus esfuerzos para el fortalecimiento de la cooperación regional y el proceso de integración, con el propósito de crear un espacio económico ampliado en la región a través de la conectividad, la movilización de recursos y la promoción de la cooperación técnica entre los países del Gran Caribe”, señaló la Cancillería panameña en un comunicado. La presidencia pro tempore del grupo es por un año.

En el marco de la cumbre de la AEC, el presidente Mulino tuvo una reunión bilateral con el presidente ejecutivo del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), Sergio Díaz-Granados.

Durante el encuentro, Díaz-Granados le presentó a Mulino los avances de los proyectos que tiene este banco con Panamá, como la interconexión eléctrica con Colombia, el plan de optimización del Aeropuerto de Tocumen, el nuevo domo del parque Omar, así como los avances de la construcción del edificio sede de la CAF que estará en Panamá, una obra que se prevé inaugurar a mediados de 2026.

Además, Díaz-Granados informó que la CAF desarrollará, por segundo año consecutivo, el Foro Económico de América Latina en Panamá, con la participación de importantes grupos empresariales en la región. Este evento está programado para finales de enero de 2026.

Mulino también sostuvo un encuentro bilateral con el presidente del Consejo Presidencial de Haití, Leslei Voltaire. El mandatario haitiano manifestó la necesidad de este país de recibir ayuda humanitaria debido a la compleja situación social, política y económica que atraviesa. Explicó que la nación caribeña se enfrenta a un problema serio de insurgencia, narcotráfico y carteles, según el comunicado de la Presidencia de Panamá.

El presidente Mulino dijo que está en disposición de ayudar a Haití, por lo que prometió coordinar las primeras reuniones para que pueda concretarse dentro de las limitaciones que tiene Panamá.

Voltaire y Mulino coincidieron en que estos casos de insurrección en la región generan problemas fronterizos que impactan en otros lugares, y Panamá no es ajeno a ello. No solo en la parte migratoria, sino en temas de seguridad y narcotráfico.