Nicolas Sarkozy, primer expresidente francés en ingresar a prisión por corrupción

  • 21/10/2025 07:18
El exmandatario comenzó a cumplir una condena de cinco años en la cárcel de La Santé por financiación ilegal de su campaña presidencial con dinero libio

El expresidente francés Nicolas Sarkozy, de 70 años, hizo historia este martes al convertirse en el primer ex jefe de Estado de Francia en ingresar a prisión para cumplir una condena efectiva. El político conservador fue trasladado al centro penitenciario de La Santé, en París, donde deberá purgar cinco años de cárcel por asociación ilícita en el caso de la financiación irregular de su campaña presidencial de 2007, presuntamente respaldada por el régimen libio de Muamar el Gadafi.

Su abogado, Christophe Ingrain, informó que Sarkozy ya solicitó libertad condicional, aunque permanecerá en prisión “al menos entre tres semanas y un mes”. “El objetivo es que este periodo sea lo más breve posible”, explicó el jurista a medios franceses.

Un ingreso vigilado y mediático

La cita judicial estaba prevista para las 10:00 a.m., pero Sarkozy llegó quince minutos antes, acompañado de su esposa, la cantante Carla Bruni. Accedió al recinto en automóvil, evitando caminar entre los demás internos. Según el protocolo penitenciario, el expresidente permanecerá en una zona de aislamiento para garantizar su seguridad y evitar contacto con los 754 reclusos del penal, que opera por encima de su capacidad.

Antes de cruzar los muros de La Santé, el exmandatario publicó un mensaje en su cuenta de X (antes Twitter):

“No es un expresidente quien está encarcelado esta mañana, sino un hombre inocente. Siento un profundo dolor por Francia, humillada por una venganza judicial sin precedentes”.

Sarkozy reiteró su inocencia y calificó el proceso como un “escándalo judicial”. De acuerdo con su defensa, planea aprovechar su reclusión para escribir un libro sobre la experiencia.

Apoyos y controversia política

A pesar del intento por mantener discreción, su llegada generó gran expectación. Louis Sarkozy, uno de sus hijos, convocó por redes sociales a quienes quisieran despedir y apoyar a su padre, revelando incluso la dirección del domicilio familiar. Decenas de simpatizantes se congregaron frente a su residencia para aplaudirlo antes de su partida hacia la prisión, seguidos por un cortejo de motos y cámaras.

El presidente Emmanuel Macron se reunió con Sarkozy días antes de su ingreso, encuentro que despertó críticas. Macron justificó el gesto como “un acto humano y personal” y reafirmó su respeto por la independencia de la justicia.También se acercaron a visitarlo figuras como el ex primer ministro Édouard Balladur y el actual ministro de Justicia, Gérald Darmanin, quien aseguró que acudirá “para verificar las condiciones de seguridad” del recluso.

De la gloria política al descrédito judicial

El Tribunal de París sentenció a Sarkozy el 25 de septiembre tras determinar que entre 2005 y 2007 buscó apoyo financiero del gobierno libio para su campaña al Elíseo, cuando ejercía como ministro del Interior. Aunque el tribunal no halló pruebas directas de que el dinero llegara a sus manos, consideró que las gestiones fueron de una “gravedad excepcional”, suficiente para ordenar su encarcelamiento.

La justicia francesa le permitió resolver asuntos personales antes de ingresar a prisión. En paralelo, Sarkozy enfrenta otras causas pendientes y ya había sido condenado anteriormente a un año de arresto domiciliario por otro caso de corrupción.

Aun así, ha recibido muestras de solidaridad desde sectores de derecha e incluso de la ultraderechista Marine Le Pen, quien calificó su condena como “una humillación para la República”.

Durante las últimas semanas, el expresidente ha insistido en su inocencia y se mostró desafiante:

“No tengo miedo de entrar en prisión”, dijo en un video difundido en redes, donde agradeció el apoyo de sus compatriotas.

Algunos medios franceses lo apodan ya “San Sarkozy, el mártir”, mientras Le Figaro reveló que llevó consigo a prisión un ejemplar de El Conde de Montecristo, símbolo literario de injusticia y redención.

Condiciones especiales de reclusión

La cárcel de La Santé, una de las más seguras de Francia, fue recientemente remodelada y cuenta con celdas individuales equipadas con baño y calefacción. Sarkozy permanecerá bajo vigilancia permanente, escoltado por agentes que evitarán cualquier contacto con otros internos. Tendrá acceso a la biblioteca y al gimnasio.

Aunque sus abogados confían en lograr su excarcelación en las próximas semanas, el caso marca un hito en la historia judicial francesa, donde nunca antes un expresidente había pasado por una celda.

Lo Nuevo