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- 17/01/2020 09:26
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El presidente chino, Xi Jinping, inició este viernes una histórica visita a Birmania (Myanmar) dirigida a impulsar la construcción de grandes infraestructuras, con Naipyidó echándose en brazos de la superpotencia vecina ante el distanciamiento con Occidente por sus críticas a las autoridades birmanas a raíz de la persecución de la minoría rohinyá.
El mandatario chino, el primero en viajar a Birmania en dos decenios, llegó a mediodía y fue recibido en el aeropuerto por las autoridades locales y agasajado por cientos de ciudadanos y escolares, que ondearon las banderas de ambos países al paso de la delegación china por las calles de la capital.
Xi se reunió por la tarde con el presidente birmano, Win Myint, y la líder de facto del Gobierno birmano, Aung San Suu Kyi, en el comienzo de la visita de dos días durante la cual también departirá con el jefe del Ejército, Min Aung Hlaing.
Durante la visita, se prevé que ambos países firmen varios acuerdos vinculados al megaproyecto de la Nueva Ruta de la Seda, incluido un puerto en la costa oeste de Birmania, una línea de tren en el noroeste a través de la frontera conjunta y una zona económica especial.
También se espera que se aborde la megapresa de Myitsone, un controvertido proyecto de 3.600 millones de dólares (unos 3.200 millones de euros) que debía servir para suministrar electricidad a la provincia china de Yunnan, cuya construcción, que cuenta con una fuerte oposición popular, fue suspendida en 2011.
La visita de Xi demuestra el acercamiento de Birmania con el gigante asiático, del que se distanció tras casi medio siglo de dictadura militar al embarcarse en una transición democrática que la acercó a Estados Unidos y la Unión Europea (UE).
Las relaciones de Naipyidó con Occidente se deterioraron tras la ofensiva de 2017 del Ejército birmano contra los musulmanes rohinyá en el oeste del país, que llevaron a más de 700.000 miembros de esta minoría a huir a Bangladés, donde permanecen en el complejo de campos de refugiados más grande del mundo.
El director para Asia de Amnistía Internacional (AI), Nicholas Bequelin, recordó en un comunicado que el compromiso de China con Birmania "no ha tenido resultados positivos para el pueblo birmano" en el pasado y criticó a Pekín por proteger a Naipyidó con su veto en el Consejo de Seguridad de la ONU.
"Esto solo ha envalentonado (a los generales birmanos) en la implacable campaña militar de violaciones de derechos humanos y crímenes de guerra contra las minorías étnicas a lo largo del país", apuntó Bequelin.
La operación, que según investigadores de la ONU fue perpetrada "con intención genocida", ha suscitado críticas internacionales, cargos en tribunales internacionales y la imposición de sanciones por parte de la UE y EE. UU., mientras China ampara al Gobierno birmano.