Un lugar para el Señor

PANAMÁ. Dice la Escritura que cuando Cristo murió fue colocado en un monumento. Era una tumba cercana al lugar de la crucifixión, un s...

PANAMÁ. Dice la Escritura que cuando Cristo murió fue colocado en un monumento. Era una tumba cercana al lugar de la crucifixión, un sepulcro trabajado en la roca. Al parecer, era de José de Arimatea, un hombre rico, que seguía a Jesús. El Señor fue colocado en un sitio digno.

Han pasado dos mil años y los feligreses honran al Señor, en el misterio de su Pasión y Muerte, preparando para Él monumentos, en las diversas parroquias, la noche del Jueves Santo.

Pero no basta con eso. Además de acompañarle con cantos y oraciones, los fieles gustan de la romería, la procesión de iglesia en iglesia, por siete lugares distintos, para recordar que la noche de su agonía, y el día siguiente, el de su entrega en el Gólgota por el mundo, Jesús fue llevado a diversas estancias: a casa de Anás, de Caifás, al Sanedrín, donde Pilatos, Herodes. Entonces no le acompañó nadie.. Hoy, en desagravio, en gesto de amor, de fe, de compromiso, le acompañan sus fieles de iglesia en iglesia, la noche del jueves o la mañana del viernes.

Por eso les ofrecemos estas muestras de arte religioso y de devoción cristiana vividas hace pocas horas por nuestro pueblo panameño.

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